MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Pfizer ha presentado los resultados del estudio fase 3 'BASIS' de marstacimab en adultos y adolescentes a partir de 12 años con hemofilia A o B sin inhibidores, que ha mostrado que el tratamiento logra reducir en un 35,5 por ciento la tasa de sangrados tratados respecto al tratamiento convencional.
Así lo ha anunciado la compañía en un encuentro celebrado en el marco del LXVII Congreso de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y el XLI Congreso de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), que se organiza de manera conjunta en Oviedo (Asturias).
Según Pfizer, el estudio alcanzó su objetivo primario y también los secundarios clave relacionados con sangrados, demostrando la no inferioridad y superioridad de este tratamiento semanal administrado por vía subcutánea frente al tratamiento previo en profilaxis con factores de reemplazo.
Durante su intervención, la jefa de Sección de Hemostasia y Trombosis del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Inmaculada Soto, ha abordado varios aspectos de actualidad en hemofilia, como el manejo de la patología en las mujeres anteriormente denominadas portadoras.
"Estas mujeres son portadoras de una mutación genética que provoca que sinteticen una menor cantidad de factor VIII o IX, y que presenten situaciones de sangrado excesivo, precisando la misma atención que los varones con hemofilia", ha explicado.
AVANCES EN TRATAMIENTO
En lo relacionado con el tratamiento, Soto ha apuntado la necesidad de pasar de la determinación del factor a hacer una valoración integral de la situación clínica, social y familiar del paciente. "No solo hay que tener en cuenta las medidas de laboratorio, también tenemos que considerar las tasas de sangrado, tasas de adherencia, y medidas de calidad de vida, entre otras", ha precisado.
Sobre la carga que el tratamiento supone para el paciente y su familia, Soto ha valorado muy positivamente las mejoras que introducen los nuevos tratamientos en este sentido y ha abogado por una individualización y personalización del tratamiento para cada paciente, teniendo en cuenta sus circunstancias vitales.
En este contexto, la hematóloga Olga Benítez, del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, ha subrayado la auténtica revolución terapéutica que ha vivido la hemofilia en las últimas décadas, con innovaciones que no solo previenen las hemorragias, sino que permiten un abordaje individualizado y mejoran la calidad de vida.
En este sentido, ha destacado las ventajas que supone la posibilidad de reducir la frecuencia de administración y utilizar vías subcutáneas frente a la endovenosa tradicional, lo que favorece la adherencia, disminuye la carga emocional y permite un control más estable de la enfermedad, que finalmente se traduce en una vida más plena y activa para el paciente.
Por parte de Pfizer España, su director médico, José Chaves, ha hecho hincapié en la importancia de trabajar de forma multidisciplinar y colaborativa para seguir avanzando en el manejo de la hemofilia. Además, ha resaltado el compromiso de la empresa con la innovación en este ámbito desde hace más de 40 años.