MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Roche ha anunciado nuevos datos a largo plazo que refuerzan el beneficio del inicio temprano y el tratamiento continuo con ocrelizumab, registrado como 'Ocrevus', sobre la progresión de la discapacidad en la esclerosis múltiple recurrente (EMR) y en la esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP), así como los resultados de seguridad de un análisis del modelo de perfusión corta de 2 horas en poblaciones minoritarias.
Los datos de 'Ocrevus' de todos los ensayos clínicos muestran consistentemente un perfil beneficio-riesgo favorable a lo largo de ocho años. Roche y sus colaboradores también presentarán cuatro abstracts con datos recientes sobre COVID-19 y la respuesta a la vacuna en pacientes tratados con 'Ocrevus'. Estos datos se presentan virtualmente en el 37 Congreso del Comité Europeo para el Tratamiento y la Investigación de la Esclerosis Múltiple (ECTRIMS).
Tal y como ha señalado el doctor Lewy Garaway, director médico y jefe de Desarrollo Global de Roche, "muchos neurólogos han tenido experiencia de primera mano con 'Ocrevus' durante más de ocho años en ensayos clínicos y han sido testigos de los resultados de eficacia y seguridad favorables en la EMR y la EMPP, especialmente en las reducciones de la progresión de la discapacidad cuando se administra en una fase temprana de la enfermedad".
Además, ha añadido, "el nuevo análisis de seguridad con el modelo de perfusión corta de 'Ocrevus', de dos horas de duración, es esperanzador, especialmente para los grupos que suelen estar infrarrepresentados en los ensayos clínicos. Nosotros continuamos con nuestro compromiso con la diversidad y la equidad sanitaria en la participación en ensayos clínicos y en el acceso al tratamiento".
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica que afecta a más de 2,8 millones de personas en todo el mundo. Se produce cuando el sistema inmune ataca de manera anormal el aislamiento y soporte que recubre las células nerviosas (vaina de mielina) del sistema nervioso central (cerebro, médula espinal y nervios ópticos), provocando inflamación y el consiguiente daño. Este daño puede ocasionar una gran variedad de síntomas, como debilidad muscular, fatiga y dificultad para ver, y puede producir discapacidad. La mayoría de las personas con EM experimentan su primer síntoma entre los 20 y los 40 años, lo que convierte a esta enfermedad en la primera causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes.
Todas las personas con esclerosis múltiple presentan progresión de la enfermedad (pérdida definitiva de neuronas en el sistema nervioso central y empeoramiento gradual de la discapacidad) al comienzo de la misma aun cuando los síntomas clínicos no sean manifiestos o no parezca que estén empeorando. Los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento pueden afectar negativamente a las personas con esclerosis múltiple, tanto en términos de salud física y mental como económica. Un objetivo importante del tratamiento de la EM es retrasar la progresión de la discapacidad lo máximo posible.