Empresas.- Faricimab (Roche) mejora y mantiene la visión en dos de las principales causas de pérdida de visión

Publicado: jueves, 27 enero 2022 13:59


MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

Roche ha anunciado que la revista 'The Lancet' ha publicado dos artículos en los que se destacan los buenos resultados a un año de cuatro estudios con faricimab, un anticuerpo biespecífico en investigación, para degeneración macular asociada a la edad neovascular o "húmeda" (DMAE) y el edema macular diabético (EMD).

Se trata de estudios pivotales fase III, en los que participaron más de 3.000 personas en total, y que alcanzaron sus objetivos primarios y demostraron que las personas tratadas con faricimab hasta cada cuatro meses lograron mejoras en la visión no inferiores a las conseguidas con aflibercept administrado cada dos meses.

En particular, cerca de la mitad de los pacientes candidatos a recibir faricimab pudieron pasar cuatro meses entre tratamientos durante el primer año, y aproximadamente tres cuartas partes pudieron pasar tres meses o más en los estudios TENAYA y LUCERNE de DMAEn y en los estudios YOSEMITE y RHINE de EMD. El tratamiento estándar actual para estas enfermedades que son potencialmente causa de ceguera requiere inyecciones oculares hasta una vez al mes.

"Estos datos publicados en 'The Lancet' refuerzan el potencial de faricimab como una importante opción de tratamiento que puede ayudar a mejorar y mantener la visión, a la vez que prolonga el tiempo entre tratamientos hasta cuatro meses. Seguimos profundamente comprometidos con el desarrollo de nuevos medicamentos, como faricimab, que pueden ayudar a preservar la vista a muchas personas que viven con enfermedades graves de la retina", ha declarado el doctor Levi Garraway, director médico y jefe de Desarrollo Global de Productos de Roche.

Si se aprueba, faricimab sería el primer anticuerpo biespecífico para el ojo, que se dirige e inhibe a dos vías distintas vinculadas a una serie de enfermedades de la retina que amenazan la visión, neutralizando la angiopoyetina-2 (Ang-2) y el factor de crecimiento endotelial vascular-A (VEGF-A). La inhibición de ambas vías ha demostrado tener beneficios potencialmente complementarios, estabilizando los vasos y reduciendo así la extravasación vascular y la inflamación más que la inhibición de la vía del VEGF-A por sí sola.

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