MADRID, 27 Ago. (EDIZIONES) -
Si eres de los que te gusta dejarte el pelo mojado y que se seque al aire en verano puede ser hasta cierto punto contraproducente para la salud de tu cabello, así como no secarlo correctamente tras bañarte en el mar o en la piscina.
Y es que, tal y como nos cuenta en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus la farmacéutica y especialista en cabello, así como divulgadora en redes sociales Helena Rodero, el agua es el "peor enemigo" de nuestro cabello porque, entre otros puntos, está presente en nuestro día a día pero también porque las moléculas de agua desplazan los enlaces más débiles del cabello, y esto disminuye su resistencia. "Un pelo mojado es más débil que un pelo seco", insiste.
Eso sí, reconoce esta experta que si se te seca el cabello rápido no hay problema, si bien el problema sobre todo se daría cuando el cabello tarda mucho en secarse, algo que también dice que facilita el que se encrespe con facilidad.
Aparte, alerta Helena Rodero que cuando el cabello está mojado está más débil y si lo recogemos o tocamos se rompe con más facilidad, aumentando en consecuencia la probabilidad de rotura del cabello.
"Es lo que se llama fatiga higral. Es como si estamos continuamente mojando y secando la queratina, de forma que cuanto más tiempo esté mojada ese pegamento se va estropeando y debilitando el cabello. Hay que sacar la humedad cuanto antes para evitar que el pegamento de la queratina se degenere y deje de estar débil lo antes posible", aconseja esta divulgadora y farmacéutica.
Por eso advierte de que, si lo dejamos secar al aire en la playa o en la piscina, por lo menos debemos hacerlo a la sombra porque si además le da el sol, aparte de estar mojado, "es como si descubriéramos la queratina y se daña más porque todo lo que se queda pegado al cabello, minerales, sal cloro y sol aumenta más el daño".
CÓMO PROTEGER EL CABELLO
En este contexto hace hincapié en que el agua del mar, al tener gran cantidad de sal, o el de la piscina, por tener tanto cloro, debilitan nuestro cabello. Así, aconseja en primer lugar para proteger nuestro cabello en verano aplicar la técnica del 'pre-poo' o de prelavado, de forma que aplicamos una mascarilla, acondicionador, o aceite capilar de medios a puntas antes de proceder al lavado habitual.
"Si optamos por aplicar un acondicionador en seco no tendremos que esperar para lavarnos la cabeza. En el caso de usar una mascarilla o un aceite capilar que lleve aceite de coco entre sus componentes sería bueno dejarlo actuar entre 20 y 30 minutos", explica en su libro 'Todo sobre tu piel y tu pelo' (Penguin).
Pero también, después del baño en el mar o en la piscina recomienda darse una ducha de agua dulce para eliminar la sal, el cloro, y el resto de residuos que pueda haber en esas aguas, aclararse el pelo, vamos: "El cabello es como una esponja impregnada de agua dulce que absorbe tanto el agua del mar como la de la piscina, pero que si te aclaras después del baño se va".
Con la piscina, recuerda también que hay sulfato de cobre, otro metal que se pega también y que además cuesta más quitarlo. "Si vas a estar mucho en contacto con ello aconsejo usar un quelante específico para nadadores porque este cobre que es azul, en contacto con la radiación solar, potencia el daño del sol. Entonces, si eres rubia, el cobre, que es azul, se pega a tu fibra, que es amarilla, y luego aparecen los pelos verdes", resalta Helena Rodero.
Con todo ello, otro de los consejos de esta farmacéutica experta en cabello es el empleo de cosméticos quelantes, champús que lleven 'alfahidroxiácidos' como el ácido glicólico, el ácido láctico, el ácido fítico, o el ácido málico, así como los champús con ph de 4 o de 4,5. Aquí destaca que el quelante más potente es el EDTA, situado en la 'lista de ingredientes' justo antes del perfume, que se encuentra en todos los champús, aunque en concentraciones muy diferentes.