MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El cloro de las piscinas puede alterar el pH y favorecer la desmineralización de los dientes, según ha informado la directora médica de Sanitas Dental, Alma Fernández Arias, con motivo de la celebración del Día Mundial del higienista dental.
Y es que, el incremento de temperaturas durante el verano y una inadecuada higiene bucodental debido a los cambios en los hábitos de alimentación y un menor cuidado de los hábitos de protección e higiene bucal, pueden favorecer la proliferación de bacterias.
La combinación de todos estos malos hábitos produce un incremento de enfermedades o infecciones como la caries, la hipersensibilidad dental, la halitosis e incluso el sangrado de encías. Del mismo modo, la experta ha avisado de que una mayor actividad física puede provocar la pérdida de hidratación y hacer que el flujo salivar disminuya y la boca quede más desprotegida frente al ataque de bacterias y ácidos.
Por ello, ha recomendado no descuidar los hábitos de higiene dental ya que, además, el consumo de alimentos como helados o de bebidas alcohólicas y azucaradas pueden resultar dañinos para los dientes debido a su alto contenido en azúcares.
Del mismo modo, Fernández ha abundado en la importancia de utilizar dentífricos y colutorios con flúor y no descuidar el cepillado tres veces al día después de cada comida. "Cepillarse a diario es fundamental para la correcta higiene bucodental durante el verano, ya que pasamos más tiempo fuera de casa y tendemos a descuidar nuestros hábitos", ha zanjado.