MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos de Sanitas han incidido en que las bajas temperaturas que se pueden alcanzar en otoño pueden ser "muy perjudiciales" para la salud de la piel, por lo que pide reforzar los esfuerzos para mantener la dermis en buen estado.
La bajada de temperaturas afecta más a aquellas personas con pieles más sensibles como los niños y los mayores. "Las personas mayores son un colectivo especialmente vulnerable en épocas de temperaturas extremas. Al igual que en verano su piel se resiente, también en otoño e invierno requieren un cuidado extra, ya que con la edad la piel se vuelve más fina, dejando el cutis más expuesto a agentes externos", ha señalado el director médico, calidad e innovación de Sanitas Mayores, David Curto.
Las consecuencias que puede tener el frío en la piel puede derivar en la pérdida de elasticidad, irritación, grietas, picor e incluso heridas, en casos muy extremos, sobre todo en zonas que están más expuestas, como la cara, las manos o el cuello.
"La contracción de los capilares cutáneos ralentiza la renovación celular y se produce una alteración de la capa grasa subcutánea, que es la que contribuye a mantener la nutrición y la calidad de nuestra piel en buen estado. Este problema se agrava por la exposición a ambientes secos a causa de las calefacciones", ha explicado la jefa de servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja (Madrid), Cristina Villegas.
Para hacer frente a los efectos del frío, los expertos han recomendado la hidratación constante de la piel, al menos dos veces al día, evitar el agua muy caliente porque reseca la dermis, evitar los cambios bruscos de temperatura, utilizar productos con PH neutro y, por último, mantener buenos hábitos de vida, como una alimentación sana y equilibrada, beber dos litros de agua al día o evitar el alcohol.