MADRID, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
La política sanitaria en 2018 ha estado marcado por la vuelta de la asistencia sanitaria universal al Sistema Nacional de Salud (SNS), la aprobación del esperado Real-Decreto que regula la prescripción de ciertos medicamentos por parte de los enfermeros y la 'guerra' contra las pseudoterapias.
Además, se da la particularidad de que hasta tres ministras han ostentado la cartera de Sanidad en 2018, mientras que nunca antes en los 40 años de democracia un mismo departamento había sido encabezado por tres personas diferentes en un año natural.
El año 2018 se inició con Dolors Montserrat en el cargo, que abandonó forzosamente tras la moción de censura del PSOE contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Los seis últimos meses de la exministra en el Ministerio se centraron en tres temas principales: una nueva Ley del Alcohol, la ordenación de los productos homeopáticos y la estrategia frente a las adicciones, que incluye también medidas contra las nuevas tecnologías y el juego.
Con respecto a la Ley de Alcohol, poco se sabe desde que el 24 de abril la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas aprobara un informe que establecía sus bases. En el documento, se recoge la posibilidad de sancionar a los padres de los menores que beban o revisar los impuestos especiales de todas las bebidas. Ahora, debe ser el Gobierno quien presente un proyecto de ley que recoja la esencia del texto.
En su último CISNS, Montserrat anunció la aprobación de una orden ministerial para evaluar los productos homeopáticos que estaban en el mercado, de forma que se conocieran cuáles cumplen con los requisitos de la legislación comunitaria y se retiren aquellos que no. Tras el proceso, Sanidad ha validado 2.008, que podrán solicitar la autorización de comercialización.
MONTÓN: LA VUELTA DE LA UNIVERSALIDAD Y EL 'MÁSTER'
Apenas cuatro días después del éxito de la moción de censura, Pedro Sánchez decidió entregar la responsabilidad de Sanidad a Carmen Montón, entonces consejera del ramo en la Comunidad Valenciana, donde promovió la reversión de los recortes. La exministra, que entró con mucho impulso en el Ministerio, se propuso como primer y principal objetivo la recuperación del carácter universal del SNS, que se limitó en etapa 'popular' bajo el paraguas del Real-Decreto Ley 16/2012 (que también introdujo, por ejemplo, el copago farmacéutico).
Este fue el mayor logro de Montón, una de las más 'breves' de la historia de la democracia española, ya que estuvo en el cargo apenas 100 días. Con el objetivo de que las comunidades autónomas pudieran atender a los inmigrantes en situación irregular con seguridad jurídica, Montón promulgó la aprobación de un nuevo Real-Decreto, y no la eliminación del anterior como pedían varias organizaciones sociales. Sin embargo, entidades como Amnistía Internacional o Médicos del Mundo denunciaron en noviembre que todavía se están viviendo situaciones de exclusión en el acceso a la salud.
En septiembre, tras la noticia de que cursó presuntamente de manera irregular un máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y plagió contenido de otra obra en varias páginas de su Trabajo de Fin de Máster (TFM), Montón dimitió y Sánchez nombró ministra ese mismo día a un alto cargo de su Gobierno: María Luisa Carcedo, por aquel entonces alta comisionada para la Lucha contra la Pobreza Infantil.
CARCEDO: PRESCRIPCIÓN ENFERMERA Y 'GUERRA' A LAS PSEUDOTERAPIAS
La asturiana abrazó las prioridades de Montón como propias y siguió con la agenda socialista en materia sanitaria, avanzando en asuntos que habían centrado los meses en el cargo de la anterior ministra. Tras un mes de adaptación y cambios en varios altos cargos del Ministerio, Carcedo llevó al Consejo de Ministros del pasado 19 de octubre la aprobación del Real-Decreto de prescripción enfermera, que permite a estos profesionales la indicación, uso y autorización de dispensación de determinados medicamentos y productos sanitarios, como las vacunas.
Esta reivindicación recurrente de los enfermeros, tema pendiente tanto de Montón como de Montserrat, se ha convertido en el primer gran éxito de la ministra, que también ha potenciado otros cuatro temas: plan contra las pseudoterapias, nuevo etiquetado frontal para los alimentos con el objeto de combatir la obesidad, producción de los medicamentos innovadores CAR-T en centros públicos y el primer calendario vacunal adulto común en toda España.
Conjuntamente con el Ministerio de Ciencia, Sanidad promovió la aprobación de un plan basado en evidencia científica que incorpora medidas para facilitar información veraz y accesible de las pseudoterapias. También se han anunciado modificaciones legales para combatir la publicidad engañosa de este tipo de productos, así como medidas para luchar contra el intrusismo y eliminarlas tanto de los centros sanitarios como de las universidades.
RETOS: FINANCIACIÓN Y DÉFICITS
Todas estas cuestiones fueron aprobadas en el CISNS del 15 de noviembre, una reunión en la que varios consejeros autonómicos, tanto del PSOE como del PP, recordaron a la ministra algunos de los retos estrucutrales del SNS que aún no ha abordado: escasez de financiación y déficit de profesionales.
Estos dos asuntos vienen de lejos, pues ya Montserrat propuso la celebración de un monográfico sobre financiación para mediados de mayo. Finalmente, con la moción de censura acechando al Gobierno 'popular' por la sentencia del 'caso Gürtel', el Ministerio paralizó sus intenciones. Ni Montón ni Carcedo han retomado estos puntos, pero es previsible que, por la presión de muchos responsables autonómicos, que consideran ambos aspectos "fundamentales", se traten en futuros Consejos Interterritoriales.
Entre tanto, durante la corta etapa de Carcedo también se ha aprobado que diabéticos o personas con VIH ya no serán excluidas de las oposiciones a empleo público, como policía o bomberos; así como el Pacto Social por la No Discriminación y la Igualdad de Trato Asociada al VIH. El colectivo que sigue esperando a ver cumplidas sus reclamaciones es el de afectados por la talidomida. Pese a que se incluyó una partida específica en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, Gobierno y las víctimas siguen negociando cómo hacer efectiva la ayuda por daños y perjuicios que les corresponde.
FUTURO: LEY DEL ALCOHOL, EUTANASIA Y COPAGO
Como retos, Carcedo hasta el momento no se ha pronunciado sobre qué va a hacer el Gobierno con la Ley del Alcohol. Sí que ha prometido que, con el pertinente visto bueno de Hacienda, eliminará el copago farmacéutico en pensionistas y familias con rentas inferiores a los 09.000 euros. Esta iniciativa, sin embargo, está supeditada a la aprobación de los PGE 2019, cuyo proyecto llevará el Gobierno al Congreso en enero.
También está en el Congreso la Ley de Eutanasia del PSOE, que sigue adelante su tramitación tras rechazarse en octubre una enmienda de totalidad del PP. La nueva legislación busca facilitar el derecho a morir a las personas con enfermedad o discapacidad grave que no tengan más opciones de tratamiento y que quieran voluntariamente, y con informes médicos, acabar con su vida.
Apenas hace diez días, el Congreso aprobó finalmente, tras más de un año de trámite en la Cámara Baja, la Ley de Muerte Digna de Ciudadanos, que comenzará ahora su tramitación en el Senado. Su debate ha estado protagonizado por el artículo en el que se establece que las infracciones dispuestas en la normativa quedan sometidas al régimen sancionador previsto en la legislación de cada comunidad autónoma. Finalmente, el texto no ha incorporado un acuerdo sobre este tema.