MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha lamentado que sólo el dos por ciento de las vacunas Covid-19, desarrolladas por Pfizer y Moderna, para los años 2021 y 2022 se destine al Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19, también conocido como COVAX.
Por ello, ha reclamado a las dos corporaciones farmacéuticas y a la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización (Gavi) transparencia sobre el precio y urgencia en materia de suministro y distribución. Y es que, tres de cada cuatro dosis de vacunas de Pfizer (1.500 millones de 2.000 millones) están comprometidas mediante acuerdos confidenciales y secretos firmados por los países de altos ingresos, dejando una porción "muy pequeña" de las dosis para los países en desarrollo y las organizaciones humanitarias.
Además, de un total de más de 27,2 millones de dosis de esta vacuna entregadas hasta ahora, los países ricos acumulan casi 27 millones, mientras que los estados de ingresos medios solo han recibido unas 250.000 dosis y los países en vías de desarrollo, "ninguna".
"En lugar de seguir dando prioridad a los acuerdos bilaterales con países de ingresos altos, Pfizer debe poner las dosis de la vacuna a disposición del COVAX lo antes posible. Y Gavi debe, como mínimo, exigir que todas las empresas compartan su tecnología para que todas las vacunas eficaces se puedan producir en cantidades adecuadas para satisfacer la necesidad global, independientemente de las cuestiones de propiedad intelectual", han señalado desde MSF.
Desde el comienzo de la pandemia, y a la luz de este importante impulso de inversión pública, MSF ha pedido que cualquier posible futura vacuna COVID-19 tenga un precio sin ánimo de lucro. En este sentido, la organización médico-humanitaria ha instado a Pfizer y a cualquier otra empresa farmacéutica que suscriba acuerdos con Gavi a que establezcan un precio de las vacunas a precio de coste.
"A pesar de los llamamientos realizados por varios Jefes de Estado a la solidaridad mundial al comienzo de la pandemia, hoy asistimos a una situación que está muy lejos de una imagen de equidad. Hasta ahora, los países más ricos han administrado 27 millones de dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer y BioNTech, mientras que los países de bajos ingresos no han recibido dosis alguna", ha detallado la responsable de Vacunación de Médicos Sin Fronteras, Miriam Alía.
Y esto, prosigue, tiene lugar mientras los líderes de los países europeos reconocen las vacunas Covid-19 como un bien de interés público global, pero se oponen y bloquean iniciativas como la suspensión de las patentes mientras dure la pandemia apoyada ya por cien países en la Organización Mundial del Comercio. "Esta exención podría hacer que este reconocimiento 'retórico' fuera real y se tradujera en una producción suficiente y un reparto equitativo", ha zanjado.