Bruselas cree que la directiva no tendrá un coste importante para España
BRUSELAS, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La nueva directiva para acotar el denominado 'turismo sanitario', por ejemplo de los pacientes que viajan a otro Estado miembro para saltarse una lista de espera, entra en vigor este viernes, aunque la mayoría de Estados miembros aún no la han incorporado a sus respectivas legislaciones nacionales, según admite la Comisión Europea, que se dispone a actuar contra los incumplidores.
Bruselas cree que la nueva norma no tendrá un coste importante para España, pese a la preocupación del ministerio de Sanidad al principio del debate, porque permite a los hospitales cobrar por adelantado el tratamiento a los pacientes, que serán los que tengan que pedir el reembolso a su país de residencia.
"Hoy es un día importante para los pacientes en toda la UE", ha dicho el comisario de Sanidad, Tonio Borg, en un comunicado. "La norma de la UE en vigor garantiza el derecho de los ciudadanos a ir a otro país de la UE para tratarse y que se le devuelva el dinero por ello. Para los pacientes, esta norma significa autonomía: más opciones de sanidad, más información y reconocimiento más fácil de las recetas", ha subrayado.
Bruselas estima que la demanda transfronteriza de tratamientos representa únicamente el 1% del gasto público en sanidad, es decir, alrededor de 10.000 millones de euros.
España, según admite el Ejecutivo comunitario, ha expresado en el pasado su "preocupación" por el movimiento de pacientes con la tarjeta sanitaria porque "los hospitales se quejaban de no recibir el dinero de los pacientes extranjeros tratados".
La nueva directiva "no debería crear este tipo de problemas en España porque dice claramente que los Estados miembros, los hospitales y los médicos tienen derecho a pedir a los pacientes que paguen por adelantado", han explicado fuentes comunitarias. "Con este sistema no hay motivos para que España pierda dinero por tratar a pacientes extranjeros", han resaltado.
"La ley europea no crea problemas financieros para el sistema sanitario o el hospital que reciba al paciente extranjero", han insistido las fuentes.
La directiva establece que los europeos no necesitan autorización previa de su país de origen para recibir tratamiento en otro Estado miembro, por ejemplo para saltarse una lista de espera, y tienen derecho a que se les reembolse el coste a la vuelta.
En el caso de los tratamientos hospitalarios y altamente especializados, sí que se permitirá a los Estados miembros introducir un sistema de autorización previa para sus nacionales que quieran ir a otro país de la UE. Eso sí, deberán justificar que, sin esta restricción, podría haber riesgos para el funcionamiento de su sistema sanitario.