MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los países integrantes en el Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) consideran que "todas las personas deben tener garantizados, mediante financiación pública, los medicamentos precisos para atender sus necesidades de salud", según se pone de manifiesto en la Declaración sobre 'Política de Medicamentos. Medicalización de la vida'.
Esta declaración, que ha sido aprobada en el marco del reciente VIII Encuentro FIEM celebrado en Santiago de Compostela, en el que participaron representantes de 15 países de ambos lados del Atlántico, se alerta de que "la medicalización de la vida es uno de los problemas que actualmente contribuyen a la masificación de las consultas, provocando, a la vez, dificultades para proporcionar una atención de alta calidad y frustración en una buena parte de los profesionales".
En la citada Declaración, el FIEM incluye, además, una serie de propuestas entre las que cabe destacar la creación de un Observatorio común del medicamento, así como la necesidad de insistir en la implantación de la trazabilidad y con ella el seguimiento singular de cada envase de medicamento que permita asegurar fabricante, procedencia, distribución, prescripción y dispensación de cada envase y evitar los casos de corrupción y fraude en el sector de la distribución y dispensación de medicamentos así como la venta de falsificaciones.
Así, destacan que "los pacientes deben estar plenamente informados y participar en las decisiones de salud a nivel personal y como ciudadanos"; además, lamentan la falta de transparencia amparándose la industria investigadora en el secreto empresarial; y, ante la complejidad de un sistema sanitario cada vez más costoso, "es preciso incidir en mantener el principio de equidad como base del mismo".
"Desde una perspectiva ética toda nueva terapia o tecnología útil, superior a la anterior, debería ser incorporada a un precio justo siempre que no se comprometan otras necesidades de la sociedad", afirman, recordando que "los derechos y beneficios de las patentes no puede estar por encima de los resultados en salud ni del valor de la vida".
PROPUESTAS ACORDADAS
Entre sus propuestas destacan que la aprobación de nuevos medicamentos debe garantizarse que representan alternativas eficaces y seguras, evitando la inclusión de nuevos fármacos que no hayan demostrado tales cualidades; y todos los ensayos clínicos deben estar registrados y permitir el acceso a todos los datos en bruto de los mismos antes de ser aprobados para poder realizar análisis independientes.
Asimismo, es necesario que los productos comercializados inseguros o ineficaces sean rápidamente identificados; los daños y las insuficiencias, ampliamente difundidos, y que sean retirados con urgencia de la circulación.
Por otro lado, apuestan por la investigación en salud pública y enfermedades raras; por que investigación con fondos privados debe invertir un porcentaje del presupuesto de cada investigación para la financiación de investigación en proyectos públicos; y por revisarse y reformar con "carácter de urgencia" el sistema de patentes.
Asimismo, entre otras propuestas, recuerdan que "los productos de las 'terapéuticas no convencionales' deben ser sometidos a las mismas exigencias para aprobación comercial que los medicamentos alopáticos, para evitar gastos innecesarios a la población con productos ineficaces y potencialmente perjudiciales".