MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La vacuna contra la tuberculosis podría ayudar al futuro desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 al complementar y extender la protección conferida de estas, según ha desvelado un estudio de la Universidad de Houston (Estados Unidos).
La investigación, que se ha publicado en la revista 'Frontiers in Immunology', gira en torno al descubrimiento del investigador Dinler Amaral que ha informado de una reacción cruzada entre las dos enfermedades.
"La protección contra el SARS-CoV-2 inducida por la vacuna BCG (tuberculosis) puede estar mediada por linfocitos de células T con reacción cruzada, que reconocen los péptidos que muestran los antígenos leucocitarios humanos de clase I (HLA-I) en la superficie de las células infectadas", ha comentado el científico.
El estudio, que ha contado con la participación de la Universidad Pontificia Católica de Rio Grande do Sul (Brasil) y la Universidad Rice (Estados Unidos), ha implementado un cribado computacional a gran escala para identificar objetivos potenciales con similitudes bioquímicas entre las dos enfermedades.
Según los investigadores, los linfocitos de células T se desarrollan a partir de células madre y ayudan a proteger el cuerpo de infecciones. Las respuestas de las células T al SARS-CoV-2 son vitales para ayudar a resolver las infecciones virales y proteger contra la reinfección al proporcionar una inmunidad duradera. Los péptidos son cadenas de aminoácidos conectados entre sí que pueden derivar de proteínas del virus, así como de proteínas del huésped. Los HLA son receptores que muestran estos péptidos al sistema inmunitario.
Finalmente, el análisis de más de 13 millones de péptidos de reacción cruzada de ambas enfermedades, supuso la identificación de 40 pares de péptidos con reactividad cruzada potencia. En esta lista, figuran péptidos derivados del SARS-CoV-2 como GEAANFCAL, GEVITFDNL y FIAGLIAIV que se ha demostrado de forma independiente que inducen la respuesta de las células T, la producción de interferón gamma (INF-y) y la proliferación de linfocitos en pacientes con COVID-19. INF-y es un componente crítico de la inmunidad contra infecciones virales y bacterianas.