MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las vacunas contra tumores pueden ayudar al organismo a combatir el cáncer porque alertan al sistema inmunitario del paciente sobre proteínas portadoras de alteraciones típicas del cáncer. Médicos e investigadores oncológicos de Heidelberg y Mannheim han tratado por primera vez a pacientes adultos con gliomas de la línea media avanzados, tumores cerebrales difíciles de tratar, con una vacuna peptídica, según publican en la revista 'Nature Medicine'.
La vacuna imitaba un cambio mutacional en una proteína histona típica de este tipo de cáncer y demostró ser segura e indujo las respuestas inmunitarias deseadas dirigidas contra el tumor cerebral.
Para el éxito de las vacunas contra el cáncer son cruciales las estructuras proteicas por las que las células inmunitarias pueden reconocer el cáncer, y que no están presentes (o sólo en pequeña medida) en las células sanas. Las mutaciones en el genoma tumoral suelen dar lugar a estructuras proteicas alteradas de forma típica en el cáncer.
Los gliomas difusos de la línea media se encuentran entre los tumores cerebrales más agresivos. Suelen aparecer en niños y adultos jóvenes cerca del tronco encefálico y, por tanto, son de difícil acceso quirúrgico. La quimioterapia o la radioterapia también tienen una eficacia limitada. En este tipo de cáncer, las mutaciones se producen característicamente en el gen que codifica la histona H3 (H3K27M), una proteína empaquetadora del ADN. La mutación da lugar a una nueva estructura proteica --el llamado neoepítopo-- que el sistema inmunitario del paciente puede reconocer como extraña.
"Tales mutaciones, que se dan de forma idéntica en muchos pacientes, son raras en el cáncer. Se prestan literalmente al desarrollo de vacunas tumorales porque se dan en todas las células cancerosas, ya que la histona mutada es la causante del desarrollo de los gliomas de la línea media. Esto significa que la vacunación contra la proteína mutada llega a la raíz del problema", explica Michael Platten, Director del Departamento de Neurología del Centro Médico Universitario de Mannheim (Alemania) y Jefe de Departamento del Centro Alemán de Investigación Oncológica (DKFZ).
Los investigadores dirigidos por Katharina Sahm y Michael Platten reconstruyeron sintéticamente la sección de la proteína histona H3 con la mutación característica. Utilizando este péptido, lograron frenar el crecimiento de tumores con la mutación H3K27M en un modelo de ratón. Animado por los resultados, el equipo decidió probar en pacientes la vacuna específica contra la mutación producida en la Universidad de Tubinga en un ensayo de fase I, que aún está en curso.
Paralelamente, los médicos, junto con colegas de Múnich, Berlín, Bonn y Münster, trataron a ocho pacientes adultos con la vacuna peptídica en ensayos curativos individuales de duración limitada. Estos pacientes, que no pudieron ser incluidos en el protocolo del ensayo, padecían gliomas difusos de la línea media con mutación H3K27M que progresaron tras la terapia estándar. Algunos de los afectados recibieron terapia con inhibidores del punto de control inmunitario además de la vacunación tumoral.
No se observaron efectos secundarios graves en ninguno de los pacientes vacunados. Cinco de los ocho pacientes tratados desarrollaron respuestas inmunitarias específicas contra la proteína mutante, dominadas por células T CD4 colaboradoras. En una de las pacientes que había mostrado una fuerte respuesta inmunitaria, el tumor remitió por completo y permaneció libre de tumor durante 31 meses.
El péptido de la vacuna, comparativamente largo (27 aminoácidos), funcionó en pacientes con distintas variantes de HLA. Las proteínas HLA son responsables de la presentación del péptido mutante en la superficie celular y difieren de una persona a otra en función de sus antecedentes genéticos. Con el apoyo del HI-TRON Mainz - Instituto Helmholtz del DKFZ, los investigadores también observaron que las respuestas inmunitarias disminuían con el tiempo, por lo que la administración repetida de la vacuna podría favorecer un efecto sostenido.
"No podemos hacer más afirmaciones sobre la eficacia de la vacunación basándonos en estos tratamientos. En cualquier caso, el estudio actual nos ha proporcionado información valiosa que nos ayudará a seguir optimizando el desarrollo de vacunas contra tumores cerebrales en el futuro", explica la autora principal del estudio, Katharina Sahm, médico jefe del Hospital Neurológico Universitario de Mannheim e investigadora del DKFZ. Actualmente se está llevando a cabo un ensayo de fase I para probar la vacuna contra la mutación H3K27M en pacientes con gliomas de la línea media recién diagnosticados. Se espera que la evaluación comience en torno a 2025.