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MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Vivo Sano y el Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental (Fodesam) han realizado un informe en el que se reclama al Gobierno reducir el uso de pesticidas químicos en España y, para ello, se le emplaza a fijar en el año 2020 un objetivo de reducción de su uso que sería del 30 por ciento.
La propuesta, que pretende hacer llegar a los responsables del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, así como a los responsables de medio ambiente y agricultura de los principales grupos políticos y en las distintas comunidades autónomas, incluye distintas propuesta para conseguir este objetivo, que van desde alternativas ecológicas a deducciones fiscales.
El responsable del área de Toxicidad Ambiental de la Fundación Vivo Sano y presidente de Fodesam, Carlos de Prada, autor del informe, explica a Europa Press que "existe un uso desmesurado de pesticidas en el planeta y particularmente en España, acarreando grandes problemas para el medioambiente y la salud".
Así, siguiendo el ejemplo de algunos países europeos, que ya han emprendido políticas activas para disminuir el uso de pesticidas, y entre los destaca Dinamarca -con un objetivo de reducción del 40 por ciento entre 2011 y 2015-, afirma que es necesario que en España se establezcan "objetivos y plazos" concretos para obtener resultados tangibles y reales.
Las cifras citadas en el informe reflejan hasta qué punto es alto el uso de los pesticidas en España: cada año se utilizan más de 40.000 toneladas sólo de principio activo, lo cual supone un gasto de 600 millones de euros anuales. Sin embargo, afirma no se ha contabilizado el gasto que supone limpiar las aguas contaminadas o el gasto sanitario que se produce por sus efectos sobre la salud.
En su opinión, existe un grave problema de "dependencia" de los pesticidas en la agricultura española, "casi toxicómana dependiente de los agrotóxicos". Sin embargo, no se es consciente de que su abuso destruyen los mecanismo naturales de control de las plagas, se contaminan las aguas superficiales y subterráneas españolas, y es una amenaza para la biodiversidad y la continuidad de la cadena alimentaria, además se encuentran en la mayoría de vegetales y frutas que se consumen.
Como ejemplo, Carlos de Prada destaca el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Valencia y la Universidad Politécnica de Valencia y publicado el pasado mes de febrero que detectó 23 pesticidas diferentes en distintos tramos del río Júcar, entre ellos algunos prohibidos; un caso que no es único en el país. Asimismo, recuerda que son muchas las investigaciones que muestran la presencia de residuos en los alimentos, concretamente se ha detectado que un 44% de las frutas y hortalizas que consumimos contienen pesticidas.
A la hora de ver sus efectos sanitarios, el experto recuerda que los pesticidas han sido asociados a problemas de salud como linfomas y otros cánceres, infertilidad, Parkinson, esclerosis múltiple, etc, que se han registrado con mayor incidencia en zonas españolas agrícolas con un uso intensivo de estas sustancias. "La inmensa mayoría de los pesticidas se basa solo en el estudio del principio activo pero no del total del producto que llega a nuestros alimentos, es muy posible que hayamos infravalorado sus efecto", añade.
Aprovechando el contexto de la Semana sin pesticidas, que se celebra estos días en 27 países de todo el mundo, las dos organizaciones han presentado este informe de 68 páginas que cuenta con el apoyo de numerosos entidades, tanto nacionales como internacionales, entre las que se encuentran PAN Europe, HEAL, Greenpeace, WWF, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Sociedad Española de Agricultura Ecológica, Asociación Vida Sana, etc.
ESPAÑA NO INCORPORA NINGUNA ALTERNATIVA
Así, pese a que las recomendaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) pasan por promover el uso de pesticidas no químicos como primera opción a la hora de gestionar las plagas, actualmente la regulación española "no tiene medidas clara de que vaya a hacer algo contra los pesticidas", afirma.
Por tanto, ni el Real Decreto de 2012 ni el Plan de Acción contra Pesticidas incluye alternativas para reducir su uso masivo, y, como es de esperar, no se incluye un objetivo de reducción, ni una fecha para llevarlo acabo. "Todo son declaraciones etéreas y retóricas sobre su uso correcto", se lamenta, afirmando que "en España no se toma enserio esta cuestión".
Así, el informe contempla tres líneas de actuación contra los pesticidas: medidas para restringir su uso, medidas para promover la investigación y divulgación y garantizar el acceso a la información, y medidas para potenciar métodos alternativos de lucha contra las plagas.
Entre las medidas recomendadas está un plan de ayudas e incentivos a la agricultura ecológica, gravámenes que penalicen la producción y comercialización de pesticidas, condicionar las ayudas al sector agrario de modo que se penalice el uso de pesticidas, y reducir drásticamente su uso en parques y jardines públicos.
Asimismo, recoge la recomendación de formar a los agricultores en métodos no químicos de gestión de plagas, establecer sistemas de etiquetado que informen de la presencia de pesticidas en los alimentos, campañas para promover la alimentación ecológica tanto en el consumo privado como en el abastecimiento de escuelas, hospitales y dependencias públicas, etc.
En el mismo sentido, el director de la Fundación Vivo Sano, Alfredo Suárez, ha destacado que "bien sea por exposición aguda, como es el caso de agricultores, o por exposición crónica, a través de agua o alimentos contaminados, todos estamos expuestos". Sin embargo, existen alternativas no químicas que han demostrado su viabilidad en otros países europeos.