MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio que se publica este jueves en 'PLoS Pathogens' informa que la proteína GP del ébola, que cubre la superficie del virus y es liberada por las células infectadas, puede desencadenar una desregulación masiva de la respuesta inmune y afectar a la permeabilidad de los vasos sanguíneos. Los autores de este trabajo vieron que GP puede unirse a las células inmunes, llamadas macrófagos, y las dentríticas.
El virus del ébola tiene siete genes y uno de ellos, llamado GP, codifica dos proteínas relacionadas: una más corta secretada y otra más larga que se extiende por la pared viral y sobresale de su superficie. Durante la infección del virus, una enzima humana corta algunas GP de la superficie que, posteriormente, se desprenden de las células infectadas. En la sangre de animales y seres humanos infectados, hay altos niveles tanto de GP liberada como secretada.
En lugar de trabajar con el virus de ébola intacto, Viktor Volchkov y csus olegas de la Universidad Claude Bernard de Lyon, el Centro Internacional para la Investigación en Infectología (CIRI) y el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM), todos ellos en Francia, produjeron GP liberada y secretada en el cultivo de tejidos y utilizaron estas proteínas para ver sus efectos en las células humanas.
De esta forma, vieron que la proteína GP liberada pero no la secretada puede unirse a las células inmunes, llamadas macrófagos, y a las células dendríticas, ambos también objetivos de la infección por el virus de ébola. Tras la unión de GP, estas células inmunes comienzan a liberar cantidades masivas de inmunomoduladores.
Tanto la GP liberada como estos inmunomoduladores son proteínas solubles que pueden viajar en el torrente sanguíneo, lo que podría explicar cómo a través de la producción continua y la liberación de GP la respuesta inmune inicial al virus se amplifica y puede descontrolarse, lo que lleva a fiebre alta, inflamación masiva y, posiblemente, el 'shock' que mata a muchos pacientes de ébola.
Los científicos también encontraron que los efectos de GP en las células del sistema inmune dependen de una molécula llamada TLR-4. De hecho, el bloqueo de TLR-4 con anticuerpos específicos antes de exponer las células inmunes a GP amortiguó la reacción de las células y se eliminó gran parte de la liberación de inmunomoduladores.
Además de la inflamación masiva y destructiva, la enfermedad de ébola también se asocia con la pérdida de la integridad de los vasos sanguíneos, de ahí el nombre de fiebre hemorrágica del ébola. Para examinar una posible contribución del GP a estos síntomas, los investigadores examinaron los efectos GP liberada y secretada en la permeabilidad de las células endoteliales, las que forman los vasos sanguíneos.
Los autores de la investigación vieron que la GP que liberan las células infectadas pueden, directamente o mediante el cóctel de inmunomoduladores producidos por las células inmunes en la unión a GP, aumentar la permeabilidad de las células endoteliales.