MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 75,83 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 1 reconoce estar preocupado por las hipoglucemias y las complicaciones crónicas, según se desprende del informe 'Necesidades no cubiertas de las personas con diabetes tipo 1 en España', llevado a cabo por Sanofi, con el apoyo de la Federación Española de Diabetes (FEDE).
Concretamente, un 44 por ciento de los encuestados ha manifestado que las complicaciones crónicas, como quedarse ciego, sufrir una posible amputación o tener que hacer diálisis, es la principal preocupación, seguida, con un 32 por ciento, de las hipoglucemias, otro aspecto destacable ya que dificulta el control de la diabetes, llegando a poner en riesgo su salud, y suponiendo el factor limitante más importante del tratamiento.
Además, el trabajo ha destacado el impacto emocional de los pacientes por no tener los niveles de glucosa bien controlados es elevado. Tanto es así que en la encuesta se refleja que casi un 80 por ciento asegura estar preocupado por este motivo.
Las personas con diabetes tipo 1 representan el 5 y el 10 por ciento de la población con diabetes y en torno al 67,5 por ciento, padecen también otras complicaciones, como colesterol elevado, sobrepeso o hipertensión, lo que puede conllevar un manejo aún más complejo del estado de salud.
"Al realizar este estudio, no solo se ha querido realizar un diagnóstico de la situación, sino también identificar posibles puntos de mejora a partir de los cuales se desarrollen iniciativas para perfeccionar la asistencia sanitaria que reciben los pacientes", ha dicho el presidente de FEDE, Andoni Lorenzo.
En este sentido, una de las áreas de trabajo que se han identificado es la mejora de la educación terapéutica ya que, si bien es cierto que en los últimos años se ha producido un amplio desarrollo de las nuevas tecnologías para el control de la diabetes, esto no es suficiente.
De entre todos los encuestados, solo un 30,22 por ciento dijo utilizar alguno de los nuevos sistemas de medición continua de glucosa, mientras que el restante 67,31 por ciento afirmó emplear el glucómetro tradicional como sistema de medición habitual.
Por eso, desde FEDE se ha destacado la necesidad de adaptar los programas de educación terapéutica para facilitar el uso de estas nuevas tecnologías, y optimizar así su beneficio. Asimismo, se ha subrayado la importancia de la coordinación de los profesionales sanitarios y la incorporación de nuevos perfiles, que puedan atender las necesidades emocionales de los pacientes, como la enfermera educadora y los psicólogos.