MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La hormona oxitocina, que se ha asociado con la vinculación emocional interpersonal, puede mejorar el placer de las interacciones sociales mediante la estimulación de la producción de neurotransmisores similares a la marihuana en el cerebro, según concluye un estudio de expertos de la Universidad de California, Irvine (UCI), en Estados Unidos.
OXITOCINA Y FELICIDAD
La investigación proporciona el primer vínculo entre la oxitocina --conocida como la 'hormona del amor'-- y la anandamida, que se ha llamado la 'molécula de la felicidad' por su papel en la activación de los receptores cannabinoides en las células del cerebro que elevan la motivación y la felicidad, según se detalla en un artículo sobre este trabajo que se publica este lunes en 'Proceedings of the National Academy of Scientes'.
Para investigar el papel de la anandamida en el contacto social, Daniele Piomelli, de la UCI y presidente en Neurociencias y director fundador del Departamento de Descubrimiento y Desarrollo de Medicamentos en el Instituto Italiano de Tecnología de Génova, Italia, y sus colegas midieron los niveles de neurotransmisores similares a la marihuana en ratones que habían sido aislados o no se les había permitido relacionarse.
¿QUÉ ES LA ANANDAMIDA?
La anandamida es uno de una clase de productos químicos que ocurren naturalmente en el cuerpo conocidos como endocannabinoides, que se unen a los mismos receptores celulares del cerebro como lo hace el ingrediente activo de la marihuana, el THC, con resultados similares.
Los científicos descubrieron que el contacto social incrementó la producción de la anandamida en una estructura del cerebro llamada el núcleo accumbens, que fabricó receptores cannabinoides allí para reforzar el placer de la socialización. Cuando se bloquearon los receptores de cannabinoides, éste refuerzo desapareció.
Entonces, el equipo de Piomelli buscó una posible conexión entre la anandamida y la oxitocina, que es bien conocida por su papel en la promoción del contacto social. Un pequeño número de neuronas en el cerebro fabrican la oxitocina y la utilizan como un neurotransmisor.
Cuando los científicos estimularon las neuronas, vieron un aumento en la creación de la anandamida en el núcleo accumbens y, más importante todavía, encontraron que el bloqueo de los efectos de la anandamida también bloqué los efectos pro-sociales de la oxitocina, lo que implica que la oxitocina refuerza los vínculos sociales mediante la inducción de la formación de la anandamida.
Los investigadores mostraron que la interrupción de la degradación de la anandamida mejoró el placer del contacto social. Los animales tratados con un medicamento que detiene la degradación de la anandamida se comportaron como si disfrutaran de pasar tiempo con sus compañeros de jaula más que los animales tratados con un placebo, señala Piomelli.
La oxitocina también ha sido llamada la hormona del abrazo, el químico del arrumaco y la molécula moral debido a sus efectos sobre el comportamiento, incluyendo su papel en el amor y en las funciones reproductivas femeninas. Un estudio de 2011 de expertos holandeses reveló que la oxitocina hace que la gente se siente más extrovertida y los investigadores clínicos la están estudiando como un posible tratamiento para los síntomas del autismo. Pero es muy difícil entregar oxitocina, una pequeña proteína, al cerebro humano.
"Nuestros resultados abren la emocionante posibilidad de que los fármacos que bloquean la degradación de la anandamida, que actualmente se está probando para diversos trastornos de ansiedad, podrían impulsar la propia oxitocina en el cerebro y ayudar a las personas con autismo a socializar más", concluye Piomelli.