MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional en el que participa el Nanocaging Research Group de la Universidad Europea de Madrid ha identificado una doble vulnerabilidad en cáncer de pulmón escamoso con hiperactivación del gen NFE2L2, lo que podría suponer una nueva diana terapéutica en la que aplicar tratamientos con menos efectos secundarios.
El estudio, publicado en 'Molecular Cancer', ha utilizado modelos preclínicos, con organoides de pacientes con esta patología, una de las formas más agresivas del cáncer de pulmón no microcítico, con tasas de supervivencia muy bajas y escasas opciones terapéuticas específicas.
Según los hallazgos, cuando las células tumorales pierden el control sobre la actividad de NRF2, por mutaciones en los genes NFE2L2 o KEAP1, se vuelven especialmente dependientes de este factor para sobrevivir. Al bloquear NRF2, las células cancerígenas mueren o dejan de multiplicarse. Sin embargo, algunas consiguen resistir activando una vía alternativa, mediada por la proteína TRIM24, que estabiliza la señal de supervivencia PI3K.
El profesor Antonio Garrido, titular de Neuroinmunología del departamento de Biociencias de la Universidad Europea de Madrid, ha explicado que la principal ventaja de esta investigación es la posibilidad de desarrollar un tratamiento dirigido a pacientes que actualmente disponen de pocas opciones.
TRATAR A UN 40% DE PACIENTES
Esta combinación terapéutica de inhibidores de NRF2 y TRIM24 de forma simultánea, permitiría tratar de forma más eficaz a alrededor del 40 por ciento de los pacientes con este subtipo de tumor, reduciendo los efectos secundarios habituales de la quimio o la radioterapia.
Además, la selección de pacientes sería viable en la práctica clínica. "Bastaría con una biopsia tumoral, como las que ya se realizan, para analizar si existen mutaciones en NFE2L2. Si el resultado es positivo, el paciente podría beneficiarse de esta terapia molecular", ha detallado.
Aunque se trata aún de un descubrimiento en fase preclínica, el estudio destaca que los resultados se han validado en líneas celulares, modelos animales y cultivos 3D, como los organoides derivados de pacientes, lo que aumenta su relevancia.
El objetivo ahora es iniciar ensayos clínicos que confirmen la seguridad y eficacia del tratamiento combinado. "Este nuevo eje molecular podría mejorar la calidad de vida y la supervivencia de muchos pacientes que hoy en día no tienen más opción que las terapias estándar", ha resaltado Garrido.