MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La odontóloga de Sanitas Dental, Manuela Escorial, ha recomendado utilizar cepillos de dientes de dureza media, con un cuello largo y un cabezal no demasiado grande, sin importar si es manual o eléctrico, y ha advertido que "limpiar más fuerte no es sinónimo de más limpio".
La experta ha aconsejado cambiar de cepillo cada dos o tres meses y ha sostenido que la técnica de cepillado debe personalizarse, por lo que ha asegurado que se debe incorporar al cepillado la limpieza específica de los espacios interdentales mediante el uso de seda, sticks o cepillos interproximales.
En el caso de tener las encías sensibles, los cepillos manuales tendrán que ser de cerdas blandas para evitar los sangrados y la retracción. Estos también son los ideales para los niños, aunque de menor tamaño y con filamentos redondeados. Por su parte, los cepillos con filamentos de dureza media, utilizados por la mayoría de la población, son adecuados para quienes gozan de una buena salud bucodental, tienen encías fuertes y carecen de problemas de manchas o placa dental.
Los cepillos de cerdas duras, añade Manuela Escorial, aunque son utilizados habitualmente, no son los más recomendables
y pueden llevar al sangrado de encías o a la aparición de problemas a largo plazo.
"Un buen cepillado es esencial para mantener la salud bucodental. Este debería realizarse con movimientos circulares que terminen
arrastrando hacia fuera los restos de suciedad y sin ejercer demasiada presión", ha señalado.
Cuando no hay una buena técnica, la odontóloga apuesta por los cepillos eléctricos porque son una buena alternativa, ya que permiten una limpieza más profunda y garantizan el arrastre
correcto gracias al movimiento automático del cabezal. Se evita así ejercer tanta presión, protegiendo las encías. No obstante, para garantizar un cuidado bucodental completo, el cepillado siempre debe acompañarse con el uso del hilo o cinta dental y el colutorio.
