MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
La hepatitis C, un virus transmitido por la sangre que daña el hígado, puede causar cirrosis, cáncer de hígado, insuficiencia hepática y la muerte si no se trata.
A pesar de la disponibilidad de tratamientos altamente efectivos, la prevalencia de la infección por hepatitis C sigue siendo alta, especialmente entre las mujeres en edad fértil, quienes representan más de una quinta parte de las infecciones crónicas por hepatitis C a nivel mundial.
Dentro de este grupo, las madres primerizas son especialmente vulnerables, ya que el tratamiento tradicionalmente ha requerido consultas externas de seguimiento durante el complejo período posparto.
PROBLEMA DEL TRATAMIENTO TRADICIONAL: CITAS AMBULATORIAS POSPARTO
Un nuevo estudio sobre un programa clínico innovador desarrollado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos) sugiere que brindar a las madres posparto con hepatitis C la oportunidad de iniciar el tratamiento antiviral mientras aún están hospitalizadas después del parto, y llevar el tratamiento a la cama antes del alta, aumenta significativamente sus probabilidades de completar la terapia y curarse.
Los hallazgos aparecen en 'Obstetrics & Gynecology Open'. Los autores descubrieron que las madres que consultaron con un especialista en enfermedades infecciosas y recibieron medicación para la hepatitis C durante su hospitalización tenían el doble de probabilidades de curarse, en comparación con las madres que fueron derivadas a una cita de seguimiento ambulatorio.
"Observábamos que muchas pacientes se quedaban sin tratamiento simplemente debido a las divisiones tradicionales entre el tratamiento hospitalario (parto y parto) y el ambulatorio (hepatitis C)", relata la doctora Laura Marks, autora principal del estudio y profesora adjunta de la División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina John T. Milliken.
"Colaboramos con otros departamentos para garantizar que, cuando las pacientes embarazadas acudan al Hospital Barnes-Jewish para dar a luz, tengan la opción de recibir también atención para una enfermedad que, si no se trata, puede derivar en cáncer", señala.
A las pacientes se les suele diagnosticar hepatitis C durante las pruebas de detección rutinarias durante el embarazo, pero históricamente el tratamiento se ha pospuesto hasta el posparto. Sin embargo, una vez que las mujeres dan a luz, no siempre regresan para recibir atención de seguimiento para iniciar la medicación.
Para romper el ciclo, Marks, en colaboración con Jeannie Kelly, profesora asociada en el Departamento de Obstetricia y Ginecología y directora de la División de Medicina Materno-Fetal y Ultrasonido, implementó un enfoque de "medicamentos a camas": en lugar de derivar a los pacientes con hepatitis C a atención de seguimiento ambulatorio después del alta, el equipo de atención de obstetricia y medicina materno-fetal comenzaría el proceso requerido para que un especialista en enfermedades infecciosas inicie el tratamiento antes de que el paciente fuera dado de alta.
Para evaluar la eficacia de este enfoque colaborativo, Marks y la primera autora Madeline McCrary, profesora adjunta de la División de Enfermedades Infecciosas, revisaron los registros médicos de 149 madres que dieron a luz en el Hospital Barnes-Jewish entre enero de 2020 y septiembre de 2023 y que dieron positivo en la prueba de hepatitis C. Dependiendo del momento y la disponibilidad de los especialistas en enfermedades infecciosas, las mujeres recibieron tratamiento inmediato contra la hepatitis C mientras aún estaban en el hospital después de dar a luz o recibieron una derivación para una cita en una clínica ambulatoria de enfermedades infecciosas o una clínica de hepatología después de su alta.
En general, dos tercios de las pacientes que iniciaron el tratamiento en el hospital completaron con éxito el tratamiento completo (2-3 meses de medicación antiviral), en comparación con aproximadamente un tercio del grupo de pacientes derivados a pacientes ambulatorios. Los investigadores descubrieron que más de la mitad de las madres posparto del grupo de pacientes derivados a pacientes ambulatorios no acudieron a la cita de seguimiento.
IMPACTO EN LA SALUD DE LAS MADRES Y SUS FAMILIAS
Los investigadores midieron la finalización exitosa del tratamiento mediante una prueba de laboratorio que confirmaba que la paciente ya no era positiva para la hepatitis C o mediante el informe de la paciente de haber completado el tratamiento con medicación antiviral.
"Curar la hepatitis C en estas madres tiene un enorme efecto dominó: protege su salud, a sus familias y sus futuros embarazos", apostilla Kelly. "Por eso, colaboramos con nuestros colegas especialistas en enfermedades infecciosas para replantear cómo podríamos cerrar las brechas en el tratamiento. Este nuevo estudio demuestra que simplemente llevar el medicamento a la cabecera de la paciente inmediatamente después del parto reduce drásticamente la cantidad de pacientes que se pierden en el proceso".
Los autores finalmente señalan la futura exportabilidad del nuevo enfoque, que también podría aplicarse a otras enfermedades infecciosas.