Por qué no deberías tomar decisiones en caliente: el truco mental que ayuda a pensar mejor y evitar errores

Archivo - Mujer tomando una decisión señalada por muchas manos.
Archivo - Mujer tomando una decisión señalada por muchas manos. - LJUPCO/ISTOCK - Archivo
Infosalus
Publicado: domingo, 14 diciembre 2025 8:00

   MADRID, 14 Dic. (EDIZIONES) -

   Tomar decisiones en medio de la emoción o del enfado puede salir caro. Según explica un psiquiatra experto en salud mental, la impulsividad activa un exceso de dopamina que nubla el juicio, y nos empuja a actuar sin medir las consecuencias. Frente a ello, aplicar el "retraso intencional" -esperar unos minutos antes de reaccionar- ayuda a equilibrar el cerebro, así como a tomar decisiones más conscientes, además de evitar arrepentimientos.

   Ésta es la técnica que aconseja el doctor Fernando Mora (@doctormora_), que es doctor en Medicina, psiquiatra, y jefe de Sección de Psiquiatría en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, así como profesor asociado de Psiquiatría en la Universidad Complutense de Madrid.

   Acaba de publicar con Zenith 'Haz que tu cerebro tome mejores decisiones', un libro por el que le entrevistamos en Europa Press Salud y nos comenta que intentar retrasar una respuesta y frenar las decisiones en caliente responde a dos estrategias de afrontamiento que él suele trabajar.

   Por un lado, dice que se encontraría la impulsividad, y en el lado opuesto, el retraso intencional, la estrategia que neutraliza esa impulsividad. "Como todos sabemos, la impulsividad es la tendencia a hacer las cosas de manera irreflexiva, rápida, y sin tener en cuenta las consecuencias. Es una estrategia que aparece típicamente cuando se desequilibra (dispara) nuestra dopamina y se vuelve un problema cuando se convierte en una forma habitual de funcionar en la vida", advierte este especialista.

   Además, señala que cuando actuamos siempre sin medir el alcance de nuestras acciones es más fácil que el resultado no sea el esperado y que las consecuencias sean negativas. "Por el contrario, el retraso intencional consiste precisamente en esto, en no a actuar en caliente, sino en aplazar de forma consciente, y de manera voluntaria la respuesta a un deseo o impulso, permitiéndonos hacer una evaluación adecuada de sus consecuencias", defiende este psiquiatra.

   En su opinión, consiste en la estrategia de afrontamiento que nos permite neutralizar la impulsividad. "Con el retraso intencional, al frenar nuestra respuesta impulsiva, conseguimos que la liberación de dopamina sea más equilibrada, y que la decisión sea más consciente y basada en los beneficios a largo plazo. Que suele ser mucho eficaz y sostenible", asegura Fernando Mora.

CUANDO LOS PROBLEMAS VIENEN DE GOLPE

   En este contexto, en el libro recuerda cómo en muchas ocasiones es habitual que cuando debemos gestionar varios problemas a la vez en la vida nos veamos superados y surja en nosotros malestar emocional.

   "Nuestra capacidad de resolver problemas es como un embudo: si los problemas vienen de uno en uno podremos ir gestionándolos poco a poco. Pero si se acumulan muchos a la vez, o son demasiado graves, y superan nuestra capacidad de gestionarlos, nos bloquearán y no podremos afrontarlos", resalta este especialista.

   Por eso defiende que ante un escenario de estas características tenemos que ser capaces de identificar estos problemas, evaluar cómo nos afectan, y siendo a la vez conscientes del estrés que nos generan.

Contador

Contenido patrocinado