MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los niños disléxicos no detectan bien las sílabas acentuadas al oír las palabras, según ha mostrado un estudio liderado por la Universidad de Granada y en el que han participado 31 niños españoles. Se trata de la primera vez que se analiza en la lengua española esta carencia en dislexia, que ya se había demostrado en inglés.
Para llevar a cabo la investigación, publicada en 'Research in Developmental Disabilities' y recogida por la plataforma Sinc, los científicos pidieron a los participantes que detectaran y señalaran con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que les fueron presentados oralmente.
Para demostrarlo, el equipo de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), realizó una serie de experimentos con 31 niños españoles. "Diseñamos una tarea que consistía en que los participantes tenían que detectar y señalar con el teclado la sílaba acentuada de una serie de estímulos que se presentaron oralmente",
En concreto, en la primera tarea, los estímulos eran palabras trisílabas que podían ser agudas (con o sin tilde), llanas (con o sin tilde) o esdrújulas. La segunda, tuvo la misma estructura pero los estímulos presentados fueron pseudopalabras, es decir, palabras no existentes en español pero que respetan sus reglas grafotácticas como, por ejemplo, 'cátupos'.
MÁS ERRORES Y MÁS TIEMPO DE RESPUESTA
"Es importante destacar que las palabras y pseudopalabras se presentaron oralmente, es decir, en ningún momento el niño tenía que leerlas, solo escucharlas y señalar con el teclado la sílaba acentuada", ha destacado la autora principal del trabajo, Gracia Jiménez-Fernández.
Así, según los resultados, el grupo de niños con dislexia mostró significativamente un mayor número de errores en la detección de la sílaba acentuada y, además, un mayor tiempo de respuesta.
Además, las comparaciones entre el rendimiento en palabras y pseudopalabras revelaron que los participantes del grupo control (sin dislexia) empleaban diferentes estrategias en cada caso, de modo que se podían beneficiar del conocimiento léxico que poseían de las palabras.
Ahora bien, los participantes del grupo de dislexia tendían a aplicar una única estrategia para procesar palabras y pseudopalabras sin poder utilizar su conocimiento léxico.