MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La causa del cólico en lactantes es desconocida por el momento, aunque, según varios estudios, los niños con cólico infantil presentan una microbiota distinta de la de los bebés que no padecen cólicos en los primeros meses de edad, según ha explicado el director de I+D de AB-Biotics e investigador, Jordi Espadaler, en la presentación de 'AB-Kolicare, el primer producto probiótico para bebés con cólicos de Sanofi.
La microbiota es el conjunto de microorganismos presentes en el cuerpo de cada persona. Según Espadaler, en la de los niños que padecen cólicos infantiles hay más "bacterias oportunistas, un tipo de bacterias que crecen rápidamente y producen gas, y que en su superficie tienen una molécula que resulta irritante para el sistema inmune".
Para prevenir y combatir los cólicos, Sanofi ha lanzado al mercado la fórmula 'AB-Kolicare' a través de dos cepas distintas de probióticos que, según un estudio clínico desarrollado por AB-Biotics, reducen en un 67,5 por ciento el llanto de media tras 14 días de tratamiento.
Sin embargo, hay otros factores que influyen en la aparición del cólico, como las manifestaciones de estrés de los padres, que pueden influir en los niños; intolerancias alimentarias que no han sido detectadas; inmadurez del tracto digestivo; o acumulación de gases.
El cólico del lactante o síndrome del llanto excesivo se caracteriza por el llanto incosolable sin razón aparente. Entre el 8 y el 40 por ciento de los bebés lo padecen en los tres primeros meses de vida y supone, además de varios perjuicios para los padres, una de las causas más frecuentes de visita al pediatra.
LA MICROBIOTA PUEDE CAMBIAR
La microbiota puede cambiar a lo largo de la vida, e incluso los hábitos de la madre pueden influir en las características de la microbiota del hijo. En concreto, algunos factores como la dieta o el lugar donde se nace suponen cambios significativos en los microorganismos que viven en el intestino.
El pediatra especializado en medicina gastrointestinal del Hospital Gregorio Marañón, Guillermo Álvarez, ha señalado que hay una serie de factores que determinan la flora intestinal del bebé, como la alimentación durante el embarazo, los medicamentos que ha tomado la madre, el tipo de parto o si se alimenta al bebé a través de la lactancia materna.
Por otro lado, hay circunstancias que pueden perjudicar al bebé, como "las infecciones que contraiga la madre durante el embarazo, que el niño nazca prematuro, que el bebé nazca por cesárea, que se le de biberón en vez de pecho o que se le den muchos antibióticos en los primeros meses de vida", ha explicado Álvarez.
La microbiota no solo queda determinada al nacer, sino que puede ir cambiando a lo largo de la vida. La dieta influye enormemente en el desarrollo de la flora intestinal. Álvarez ha señalado que "aquellas personas que comen más vegetales o fibra, tienen un enterotipo que les hacen ser más delgados y tener menos repercusión de enfermedades cardiovasculares; y aquellos que comen más carnes rojas y grasas saturadas tienen otro enterotipo de bacterias que les hacen ser más propensos a tener obesidad, hipercolesterolemia o diabetes".
NO TODOS LOS PROBIÓTICOS FUNCIONAN IGUAL
Ante la evidencia científica de que los bebés con cólicos presentan una microbiota diferente, algunos investigadores han apostado por los probióticos como una forma de prevención de este síndrome. Actualmente hay una amplia gama de probióticos en el mercado, pero no todos son igual de fiables.
Álvarez ha advertido de que solo hay que confiar en aquellos que "tienen estudios científicos detrás que demuestran que sirven para las patologías indicadas", y que "hay probióticos que, aunque estén considerados como alimentos, realmente son medicamentos".
Por su parte, Espadaler ha señalado que la eficacia de los probióticos no es homogénea. "Hay estudios que han mostrado que en niños alimentados con leche materna funcionan, pero en niños alimentados con fórmula no", ha explicado.