MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El entrenador personal de Blua de Sanitas Daniel Rivas ha señalado que las micro-rutinas indoor son una herramienta eficaz para volver a moverse durante el otoño sin forzar el cuerpo, ya que "combinan ejercicios de fuerza, equilibrio y movilidad que activan la musculatura, mejoran la postura y aumentan la energía, incluso en quienes llevan tiempo sin entrenar".
"Permiten trabajar el cuerpo en casa, adaptando los movimientos al estado físico de cada persona y sin necesidad de material especializado", ha indicado Rivas, quien ha asegurado que esta época del año puede ser el momento perfecto para retomar el ejercicio de manera progresiva a través de pequeñas rutinas en casa diseñadas para mejorar la fuerza, la movilidad y el bienestar general.
Los expertos de Sanitas subrayan que, en el caso de las personas mayores, estas rutinas breves combinan ejercicios de fuerza, estiramientos y movilidad articular. Así, afirman que su práctica regular favorece la circulación, la postura y la coordinación, además de contribuir a prevenir molestias o caídas. Al poder realizarse en espacios interiores, resultan una opción especialmente útil para mantener la constancia en los días fríos o lluviosos.
"En las personas mayores, el ejercicio regular no solo fortalece la musculatura y mejora el equilibrio, sino que también refuerza la confianza y el estado de ánimo. El simple hecho de moverse cada día estimula la mente, fomenta la interacción social y ayuda a mantener una actitud más activa durante el envejecimiento", apunta Miriam Piqueras, directora médica de Sanitas Mayores.
En este contexto, los expertos de Sanitas Mayores recomiendan seguir algunas pautas clave para volver al ejercicio con seguridad y eficacia. Entre ellas, aconsejan una progresión controlada. "Es importante comenzar con rutinas cortas, de entre 10 y 15 minutos al día, y aumentar poco a poco la duración y la intensidad a medida que el cuerpo se adapta. Forzar el ritmo desde el inicio puede provocar sobrecargas o molestias musculares. La clave está en permitir que la musculatura y las articulaciones recuperen su tono de forma gradual", afirman.
Además, recomiendan movimientos funcionales: "Más que buscar el rendimiento, el objetivo debe ser recuperar la agilidad. Ejercicios que imiten acciones cotidianas, como levantarse de una silla sin apoyos, girar suavemente el tronco o mantener el equilibrio sobre un pie, fortalecen los músculos implicados en la movilidad diaria y disminuyen el riesgo de caídas", apuntan.
También proponen disponer de un entorno tranquilo y seguro, debido a que favorece la concentración y la continuidad. Se recomienda retirar objetos que puedan provocar tropiezos, asegurar una buena iluminación y utilizar, si es posible, una colchoneta o alfombra antideslizante.
Al hilo, recomiendan la escucha corporal: "Cada persona tiene su propio ritmo, por lo que resulta fundamental atender a las sensaciones físicas. Si aparece fatiga, rigidez o dolor, conviene reducir la intensidad o hacer una breve pausa. Aprender a distinguir entre el esfuerzo saludable y la sobrecarga es esencial para prevenir lesiones y garantizar que el ejercicio sea seguro".
Por último, aseguran que la regularidad es el factor que más influye en los resultados. "Realizar pequeños ejercicios a diario, incluso durante pocos minutos, mejora la fuerza, la movilidad y la circulación. Integrar el movimiento en la rutina cotidiana, como lavarse los dientes o preparar el desayuno, es la mejor manera de mantener el cuerpo activo", finalizan.