La mentira sobre el metabolismo que todos hemos creído (y lo que realmente engorda)

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Archivo - Báscula - MARIANVEJCIK/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 15 agosto 2025 8:30

MADRID, 15 Ago. (EDIZIONES) -

   "No es lo que comes, sino cómo lo metabolizas" es una frase repetida hasta la saciedad que, a priori, parece tener sentido, pero que no es apropiada. Aunque el metabolismo influye en cómo usamos la energía que ingerimos, lo que realmente determina si ganamos o perdemos peso es el balance entre lo que comemos y lo que gastamos.

   Así, ni los suplementos milagrosos, ni echarle la culpa al metabolismo lento, te ayudarán a reducir grasa, si tu estilo de vida es sedentario y tu alimentación está descompensada. En este artículo de Europa Press Salud Infosalus, y con la ayuda de Francisco Pita Gutiérrez, miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), explicamos con base científica qué es el metabolismo, cómo influye la edad, qué factores lo modifican, y por qué moverse más sigue siendo el mejor 'acelerador' natural para mantener un peso saludable.

   Durante una entrevista nos recuerda que el metabolismo es el conjunto de procesos que, tras la digestión y la absorción de los nutrientes de los alimentos, se obtiene energía para los procesos vitales, al mismo tiempo que se fabrican otras moléculas necesarias para el crecimiento, para las defensas, para la reparación de tejidos, o para los procesos vitales.

LA EDAD NO HACE MÁS LENTO EL METABOLISMO

   El gasto energético basal, o lo que viene a ser las necesidades de calorías de una persona que estuviese todo el día quieta y sin ningún tipo de actividad, está determinado por el sexo (los hombres tienen más gasto calórico), la edad (cuanta mayor edad, menor consumo calórico), la talla (cuanto mayor, mayor consumo calórico), y el peso (cuanta más masa muscular, mayor consumo calórico), según detalla este experto.

   A esto, dice Pita Gutiérrez tenemos que añadirle algunos factores que aumentan este gasto energético para tener el gasto energético total, como es el procesamiento de los nutrientes o el propio metabolismo, las enfermedades, y la actividad física, que en los casos de alta intensidad puede hacer que el gasto energético total sea el doble del gasto energético basal.

"Este es uno de los motivos por lo que siempre se recomienda asegurar e incrementar la actividad física y el ejercicio físico en los programas de salud para una pérdida de peso", remarca este especialista de la SEEN.

   Así, insiste en que la edad no es que enlentezca el metabolismo, sino que como se ha comentado anteriormente, es el organismo el que necesita consumir menos con la edad, tal y como asevera: "Las enfermedades aumentan el consumo o gasto energético total, por eso algunos pacientes pierden peso (grasa y músculo) con algunas enfermedades y sufren desnutrición. Este tipo de desnutrición se denomina 'desnutrición relacionada con la enfermedad', y es muy frecuente en los hospitales. Se estima que casi 1 de cada 4 pacientes ingresados en los hospitales tienen desnutrición".

   Algunas enfermedades, como el hipotiroidismo, tal y como indica además, disminuyen el gasto energético total, por lo que una persona que tenga hipotiroidismo mal controlado tiene riesgo de ganar peso, aún controlando las cantidades y los alimentos que come, aparte, por supuesto de realizar actividad física.

¿SE PUEDE ACELERAR EL METABOLISMO?

   En este contexto, Francisco Pita Gutiérrez, miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición destaca que no se recomienda ningún tipo de hierba, ni de pastilla, ni de producto para "acelerar el metabolismo".

   Aquí, resalta que la actividad física programada y planificada (ejercicio físico) es el mejor 'acelerador del metabolismo', si bien matiza que este término no es exacto: "La actividad física aumenta el consumo de energía o de calorías. Por tanto, si una persona necesita perder grasa corporal, además de una alimentación saludable, es necesario implementar actividad física y ejercicio físico, para aumentar el gasto y que haya mayor déficit calórico, o balance negativo para consumir las calorías acumuladas en forma de grasa".

A TENER EN CUENTA: EL CATABOLISMO Y EL ANABOLISMO

   Por tanto, este especialista en Nutrición rechaza la frase con la que comenzábamos este reportaje señalando que "no es apropiado" la frase que defiende que no es lo que comemos, sino cómo lo metabolizamos.

   Insiste en que los alimentos contienen nutrientes, que nos sirven para obtener energía en forma de calorías (catabolismo), y a la hora de crear en nuestro organismo otras moléculas o tejidos para reparar, cicatrizar, o crecer (anabolismo), y de mantener un adecuado estado de salud. "Estos dos procesos, catabolismo y anabolismo, constituyen el metabolismo", precisa.

   Por tanto, subraya que la frase antes citada "no es totalmente apropiada" porque parece que el único responsable del efecto de los alimentos es el metabolismo, y eso no es así.

"Por ejemplo, si una persona ingiere a lo largo de día, y de modo sostenido, más calorías de las que gasta en el anabolismo y en sus funciones vitales y con la actividad física, acumulará las calorías en el organismo en forma de grasa. El exceso calórico se transforma en grasa. Como similitud, y simplificando mucho los procesos metabólicos, si una persona gana 2.000 euros al mes, y gasta cada mes 1.500 euros, cada mes ahorra o acumula 500 euros. Pues esas calorías que no gastamos se acaban acumulando. Aunque cierto es que no es tan sencillo, porque hay factores como las enfermedades o la actividad física que influyen en este balance de calorías y en el empleo de los nutrientes", remarca Pita.

¿MUCHAS PERSONAS ENGORDAN POR CULPA DE SU METABOLISMO?

   Finalmente, le preguntamos al miembro de la SEEN por la creencia de muchas personas de que engordan por culpa de su metabolismo, a lo que este experto señala que sí existen enfermedades genéticas y trastornos de las hormonas, o enfermedades endocrinas, que influyen en la ganancia de peso y de grasa, pero se corresponden estos con un mínimo porcentaje de todos los casos de personas que tienen un exceso de grasa corporal, o que sufren obesidad.

   La clave, en su opinión, está en una valoración médica para descartar enfermedades que influyan en esto, y en realizar una valoración integral. "Muchas personas no ingieren tantísimas calorías al día, pero si al final del día el balance es positivo de calorías, y esto se repite a lo largo de los días, este exceso de calorías no se gasta y se manifiesta como grasa corporal", señala.

Por eso la clave está en analizar cuánto se gasta y cómo es el balance final. "Si una persona hace ejercicio físico en 3 sesiones de 45 minutos a la semana, pero el resto de su vida es sedentaria (todos los desplazamientos en vehículo, no sube escaleras, trabaja sentada, etc) el balance final probablemente será de ganancia de calorías. De ahí la importancia de la actividad física diaria, además del ejercicio físico programado y planificado", concluye.

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