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MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las personas con función renal deteriorada tienen niveles más altos de biomarcadores de Alzheimer en la sangre, pero no un mayor riesgo de demencia, según un estudio del Instituto Karolinska de Suecia publicado en 'Neurology', la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología. El estudio no prueba que una mala función renal provoque niveles más elevados de biomarcadores de Alzheimer en la sangre, sólo muestra una asociación.
CUANDO LOS RIÑONES HABLAN... Y EL CEREBRO ESCUCHA
Los riñones eliminan desechos y toxinas de la sangre, que luego se excretan en la orina. "Nuestro estudio reveló que cuando los riñones no funcionan correctamente, puede haber niveles más altos de biomarcadores de Alzheimer en la sangre", comenta la autora del estudio, la doctora Francesca Gasparini, del Instituto Karolinska.
"Si bien no observamos que una función renal reducida aumentara el riesgo de desarrollar demencia, sí observamos que el deterioro de la función renal puede acelerar la aparición de la demencia en personas con niveles más altos de biomarcadores. Esto resalta la necesidad de que los médicos consideren la función renal al interpretar los resultados de los biomarcadores de Alzheimer en la sangre".
El estudio involucró a 2.279 personas con una edad promedio de 72 años que no presentaban demencia al inicio. Los participantes se sometieron a exámenes médicos y pruebas para evaluar sus habilidades cognitivas. Se les realizaron análisis de sangre para medir la función renal y los niveles de biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer: proteínas tau y beta amiloide, proteínas de la cadena ligera de neurofilamentos y proteínas ácidas fibrilares gliales.
Se realizó un seguimiento de los participantes durante un promedio de ocho años. Los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos: 1.722 personas con riñones sanos, de las cuales 221 desarrollaron demencia durante el estudio, y 557 personas con función renal deficiente, de las cuales 141 desarrollaron demencia.
Los investigadores descubrieron que la función renal reducida se asociaba con niveles más altos de la mayoría de los biomarcadores de Alzheimer examinados. Tras excluir a las personas que desarrollaron demencia durante el estudio, los resultados se mantuvieron sin cambios.
Después de ajustar factores como la edad, el sexo y APOEe4 (un biomarcador genético que indica un fuerte riesgo de enfermedad de Alzheimer), tener una función renal deficiente no se relacionó con un mayor riesgo de desarrollar demencia en comparación con tener una buena función renal.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que las personas con función renal deteriorada y niveles elevados de cadena ligera de neurofilamentos presentaban casi el doble de riesgo de demencia que aquellas con función renal preservada y niveles elevados de este biomarcador. Gasparini señala que esto podría sugerir que la salud renal puede influir en el momento de la demencia, pero no en la probabilidad de desarrollarla, en personas con niveles elevados de biomarcadores de Alzheimer.
"Al analizar estos biomarcadores en adultos mayores, vigilar la salud renal puede ser más importante de lo que se cree", desarrolla Gasparini. "Monitorear la salud renal puede ayudar a los médicos a interpretar mejor estos biomarcadores e identificar quiénes podrían estar en riesgo de una progresión más rápida de la enfermedad".
Una limitación del estudio fue que los biomarcadores sanguíneos relacionados con el Alzheimer solo se midieron una vez. Por lo tanto, no se pudo rastrear cómo los cambios en la función renal podrían afectar a los biomarcadores a lo largo del tiempo. Además, la mayoría de los participantes tenían un alto nivel educativo y provenían de zonas urbanas de Suecia, por lo que los resultados podrían no ser los mismos para otras poblaciones.