Una pequeña pérdida de la función renal también conlleva riesgos

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Archivo - Riñones, riñon - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / SAKRAMIR - Archivo
Actualizado: lunes, 26 junio 2023 9:02

MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de más de 8 millones de adultos de Ontario (Canadá) sugiere que incluso una pérdida modesta de la función renal se asocia a mayores riesgos para la salud. El estudio, publicado en 'The BMJ', podría conducir a mejores enfoques para prevenir la enfermedad renal crónica y las afecciones relacionadas, sobre todo en los adultos más jóvenes.

"El dogma es que los adultos jóvenes y sanos no necesitan preocuparse por la función renal a menos que ésta descienda hasta el 50% del nivel normal, pero nuestro estudio sugiere que incluso un descenso más modesto del 20-30% puede tener consecuencias y que convendría hablar antes de prevención y seguimiento", afirma el doctor Manish Sood, autor principal del estudio, científico, nefrólogo y titular de la Cátedra Jindal de Investigación para la Prevención de las Enfermedades Renales del Hospital de Ottawa y profesor de la Universidad de Ottawa.

El equipo de investigación examinó los datos del registro de salud ICES de 2008 a 2021 para cada adulto de Ontario de entre 18 y 65 años que tenía al menos un análisis de sangre para la función renal, pero sin antecedentes de enfermedad renal.

Descubrieron que el 18% de las personas de entre 18 y 39 años tenían una función renal ligeramente por debajo de los niveles normales, pero no lo suficientemente baja como para ser diagnosticadas de enfermedad renal crónica. Las personas que se encontraban en esta "zona gris" se enfrentaban a un riesgo ligeramente mayor de insuficiencia renal, muerte y episodios cardiovasculares como infarto de miocardio.

Por ejemplo, en adultos jóvenes (de 18 a 39 años), una pérdida de la función renal del 20-30% se asociaba a un aumento de 1,4 veces en el riesgo de muerte, de 1,3 veces en el de sufrir un evento cardiaco y de 6 veces en el riesgo de insuficiencia renal. Sin embargo, el riesgo absoluto de cualquiera de estos acontecimientos seguía siendo bajo, inferior a 2 por 1000.

"Afortunadamente, el riesgo absoluto para un individuo con función renal en esta zona gris es bajo, pero si consideramos el conjunto de la población, el impacto podría ser bastante significativo -explica el doctor Greg Knoll, coautor principal del estudio, científico, nefrólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Ottawa y la Universidad de Ottawa--. Necesitamos más investigación para confirmar estos hallazgos y luego ver si podemos reducir el riesgo mediante la modificación del estilo de vida".

Aunque la prueba de la función renal (creatina en sangre) es relativamente barata y fácil de conseguir, los investigadores no sugieren realizarla de forma rutinaria a todas las personas por el momento.

Sin embargo, si un individuo se ha sometido a una prueba renal que muestra una modesta reducción de la función, puede ser un catalizador para una conversación con un proveedor de atención médica. Además, todas las personas pueden reducir el riesgo de enfermedad renal siguiendo una dieta sana con bajo contenido en sal, haciendo ejercicio con regularidad y limitando el consumo de alcohol.

El doctor Sood y sus colegas desarrollaron previamente la calculadora de enfermedad renal crónica del Proyecto BigLife para ayudar a las personas a calcular su riesgo de enfermedad renal y ver el impacto de los cambios en el estilo de vida. La calculadora seguirá perfeccionándose a medida que surjan nuevas investigaciones.