MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
La tasa de mortalidad por enfermedad renal hipertensiva (enfermedad renal relacionada con la hipertensión arterial) ha aumentado un 48% en Estados Unidos en los últimos 25 años, con diferencias persistentes entre los grupos demográficos, según una investigación preliminar de la Universidad Estatal de Wayne (Estados Unidos).
LOS RIÑONES PAGAN LA FACTURA DE LA HIPERTENSIÓN
Los resultados se presentan en las Sesiones Científicas sobre Hipertensión 2025 de la Asociación Estadounidense del Corazón. La reunión se celebra en Baltimore (Estados Unidos) del 4 al 7 de septiembre de 2025 y constituye el principal foro científico centrado en los avances recientes en la investigación básica y clínica sobre la hipertensión arterial y su relación con las enfermedades cardíacas y renales, los accidentes cerebrovasculares, la obesidad y la genética. Asimismo, el trabajo se publica en 'Journal of the American Society of Nephrology'.
"Este es el primer estudio que examina 25 años de datos nacionales sobre muertes por enfermedad renal hipertensiva en todos los estados de Estados Unidos y en los principales grupos demográficos", adelanta el doctor Joiven Nyongbella, candidato a maestría en salud pública y residente de medicina interna en la Universidad Estatal de Wayne/Hospital Henry Ford Rochester de Detroit. "A pesar de los esfuerzos nacionales para reducir las desigualdades en salud, las personas negras aún presentaban una tasa de mortalidad tres veces superior a la de otros grupos de personas".
CONTROLAR LA PRESIÓN, CLAVE PARA PREVENIR DAÑOS
La hipertensión arterial es un factor de riesgo conocido de daño renal. Es la segunda causa principal de enfermedad renal terminal y contribuye significativamente a la morbilidad y la mortalidad. La hipertensión arterial no tratada puede provocar consecuencias graves, como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y progresión a insuficiencia renal.
A nivel mundial, la tasa de mortalidad por enfermedad renal crónica aumentó un 24% entre 1990 y 2021, según las Estadísticas de Enfermedades Cardíacas y Accidentes Cerebrovasculares de 2025 de la Asociación Americana del Corazón.
Este estudio, que analizó datos de 1999 a 2023, reveló que la tasa de mortalidad ajustada por edad (TMAE) para las muertes por enfermedad renal hipertensiva aumentó un 48%. Los hombres, las personas que viven en el sur de Estados Unidos y los adultos negros o hispanos presentaron tasas de mortalidad superiores al promedio.
"La hipertensión no se limita a accidentes cerebrovasculares o infartos; también es una causa importante de enfermedad renal y muerte, especialmente en las comunidades afroamericana e hispana", argumenta Nyongbella. "El mensaje es simple: controle su presión arterial, trátela a tiempo y no la ignore, porque puede causar silenciosamente problemas renales potencialmente mortales".
No obstante, los hallazgos del estudio presentan varias limitaciones. Cabe destacar que el estudio se basó únicamente en datos de certificados de defunción, que pueden contener errores debido a causas de muerte faltantes o mal identificadas. Además, no se dispuso de datos sobre factores de salud individuales como el acceso a la atención médica, el uso de medicamentos o la dieta, por lo que se requieren investigaciones futuras para analizar estos factores, además de los datos de salud.
Entre otros datos, cabe destacar que se revisaron los datos de la base de datos WONDER de los CDC para todos los certificados de defunción en los Estados Unidos de 1999 a 2023 con cualquiera de los códigos CIE-10 para enfermedad renal hipertensiva con y sin insuficiencia renal enumerados como causa de muerte. El análisis incluyó información demográfica sobre personas que habían muerto con y sin enfermedad renal hipertensiva, de 15 a 85 años de edad y más; el 54,9% eran mujeres, el 23,5% eran negros, el 8,47% eran hispanos y el 68% pertenecían a otros grupos raciales y étnicos.
Se calcularon las tasas de mortalidad ajustadas por edad (TMAE) por cada 100.000 habitantes y se estratificaron por año, sexo, raza, etnia, estado y región. El resumen también detalla los cálculos adicionales utilizados para evaluar las tendencias, incluido el cambio porcentual anual promedio (AAPC) en las pruebas estadísticas de muertes.