MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Patrones de ondas lentas similares al sueño persisten durante años en el tejido neuronal desconectado quirúrgicamente de pacientes con epilepsia despiertos, según un estudio Università degli Studi de Milán (Italia), publicado en 'PLOS Biology'. La presencia de ondas lentas en el hemisferio aislado afecta la consciencia; sin embargo, aún no está claro si cumplen alguna función funcional o plástica.
La hemisferotomía es un procedimiento quirúrgico utilizado para tratar casos graves de epilepsia en niños. El objetivo de este procedimiento es lograr la máxima desconexión del tejido neural afectado, que potencialmente abarca un hemisferio completo, del resto del cerebro para prevenir la propagación de las convulsiones. La corteza desconectada (la capa externa del tejido neural del cerebro) no se extirpa quirúrgicamente y conserva su irrigación vascular.
Al estar aislada de las vías sensoriales y motoras, no puede evaluarse conductualmente, lo que deja abierta la pregunta de si conserva estados internos consistentes con algún tipo de consciencia. En términos más generales, los patrones de actividad que grandes porciones de la corteza desconectada pueden mantener en humanos despiertos siguen siendo poco conocidos.
Para abordar estas preguntas, Marcello Massimini, de la Università degli Studi de Milán y sus colaboradores utilizaron la electroencefalografía (EEG) para medir la actividad en la corteza aislada durante la vigilia antes y hasta tres años después de la cirugía en 10 pacientes pediátricos, centrándose en la actividad de fondo no epiléptica.
SIMILITUDES CON EL SUEÑO PROFUNDO Y LA ANESTESIA
Tras la cirugía, aparecieron ondas lentas prominentes sobre la corteza desconectada. Esta es una nueva evidencia de que este patrón puede persistir durante meses e incluso años después de la desconexión cortical completa. La persistencia de ondas lentas plantea la pregunta de si desempeñan algún papel funcional o simplemente reflejan una regresión a un modo predeterminado de actividad cortical.
La pronunciada ralentización del EEG de banda ancha se asemejaba a los patrones observados en condiciones como el sueño profundo sin movimientos oculares rápidos (NREM), la anestesia general y el estado vegetativo. Los hallazgos indican una probabilidad nula o reducida de experiencias oníricas en la corteza cerebral aislada. En general, la evidencia del EEG es compatible con un estado de consciencia ausente o reducida.
Según los autores, cualquier inferencia sobre la presencia o ausencia de consciencia, basada únicamente en las propiedades físicas del cerebro, como las ondas lentas prominentes del EEG, debe abordarse con cautela, especialmente en estructuras neuronales que no son accesibles conductualmente. El enlentecimiento observado a nivel del cuero cabelludo debe caracterizarse con mayor detalle mediante registros intracraneales en casos en los que los resultados clínicos requieran monitorización invasiva postoperatoria.
Marcello Massimini declara: "Este patrón puede proporcionar pistas sobre por qué surge una actividad cerebral similar al sueño en pacientes con lesiones cerebrales y cómo se relaciona con su nivel de conciencia".
"El estudio de la consciencia implica muchos casos desconcertantes en los que no está claro qué decir sobre la posibilidad de la experiencia subjetiva", agrega su equipo de investigadores.