Golpe de calor y diabetes: riesgos, síntomas y consejos para el verano

Archivo - Una chica diabética se revisa el nivel de azúcar en la sangre sentada en la playa en verano. Tratamiento y control de la diabetes mellitus, atención médica. Estilo de vida para diabéticos.
Archivo - Una chica diabética se revisa el nivel de azúcar en la sangre sentada en la playa en verano. Tratamiento y control de la diabetes mellitus, atención médica. Estilo de vida para diabéticos. - ALLCHONOK/ ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 13 agosto 2025 10:57

   MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El golpe de calor puede ser más intenso y peligroso en personas con diabetes, ya que su cuerpo pierde eficiencia para sudar o percibir la sed, lo que favorece cuadros de deshidratación y puede derivar en una emergencia médica si no se detecta a tiempo, afirma la jefe de Endocrinología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, Marta Carrasco.

   Además, "el sudor, el cansancio o la confusión pueden confundirse con sensaciones propias del verano, lo que retrasa la identificación de una bajada de glucosa", añade la experta.

   "El calor modifica la forma en que el organismo procesa tanto los hidratos de carbono como la insulina. En días muy calurosos, el riesgo de hipoglucemia se incrementa por diversos factores: la actividad física, pérdida de líquidos, modificaciones en el apetito o incluso una absorción más rápida del fármaco administrado por vía subcutánea", explica Carrasco.

   En este sentido, advierte de la importancia de adaptar la dosis del tratamiento de insulina o hipoglucemiantes al nivel de ejercicio, la alimentación y la exposición solar, ya que las altas temperaturas o la deshidratación "pueden alterar significativamente el control glucémico".

   Desde el ámbito nutricional, el verano ayuda a comer menos, saltarse comidas o sustituir platos completos por fruta o tentempiés ligeros. Por ello, si no se planifica adecuadamente, "esto puede descompensar la ingesta de hidratos y favorecer episodios de hipoglucemia, especialmente si se mantiene la misma dosis de insulina", señala la nutricionista de Blua de Sanitas, Alba Soto.

   Asimismo, actividades aparentemente suaves, como pasar una mañana entera en la playa o caminar bajo el sol, suponen un gasto energético considerable que, combinado con una ingesta irregular y una hidratación insuficiente, puede desestabilizar los niveles de glucosa y aumentar el riesgo de golpe de calor.

RECOMENDACIONES DE EXPERTOS

   Para prevenir complicaciones, los expertos de Sanitas recomiendan revisar con el equipo médico la pauta de tratamiento antes de vacaciones o cambios de rutina, ya que la dosis de insulina o fármacos orales puede requerir ajustes; evitar la exposición directa al sol en las horas centrales del día, especialmente si se va a realizar ejercicio; e hidratarse con frecuencia, incluso sin sensación de sed.

   Igualmente, aconsejan planificar las comidas y no saltarse ingestas, así como llevar un tentempié con hidratos de carbono de absorción rápida ante una posible hipoglucemia; y conservar correctamente la insulina y los dispositivos de medición en neveras portátiles o carteras de frío, para que las altas temperaturas no reduzcan la eficacia de estos fármacos.

   Finalmente señalan la importancia de reconocer los síntomas de alarma como sudor frío, temblores, confusión, dolor de cabeza o palpitaciones, que pueden indicar una bajada de azúcar. Ante la duda, actuar como si fuera una hipoglucemia. Además, se debe actuar con rapidez ante mareos, pulso acelerado o alteraciones del estado de conciencia y, para evitar estos síntomas, recomiendan protegerse del sol con ropa ligera, sombrero y descansos frecuentes en zonas frescas.

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