MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los gatos con demencia tienen una acumulación de la proteína tóxica 'beta amiloide', una de las características definitorias de la enfermedad de Alzheimer, lo que ofrece un modelo valioso para estudiar la enfermedad en humanos, según un estudio publicado en la revista 'European Journal of Neuroscience'.
Muchos gatos mayores desarrollan demencia, lo que provoca cambios de comportamiento como aumento de la vocalización (o maullidos), confusión y alteración del sueño, síntomas similares a los que se observan en personas con enfermedad de Alzheimer. Así, los hallazgos ofrecen una imagen más clara de cómo la beta amiloide puede conducir a disfunción cerebral y pérdida de memoria relacionadas con la edad en los gatos, dicen los expertos.
LOS GATOS COMO MODELO NATURAL DE ALZHEIMER
El equipo de investigación, compuesto por científicos de las Universidades de Edimburgo y California, el Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido y 'Scottish Brain Sciences', examinaron los cerebros de 25 gatos de diferentes edades después de su fallecimiento, incluidos aquellos con signos de demencia.
Imágenes de microscopía revelaron una acumulación de beta amiloide dentro de las sinapsis (conexiones entre las células cerebrales) de gatos mayores y gatos con demencia. Las sinapsis permiten el flujo de mensajes entre las neuronas y son vitales para el buen funcionamiento del cerebro. Su pérdida predice con fuerza una disminución de la memoria y la capacidad de razonamiento en personas con Alzheimer.
Asimismo, los científicos hallaron evidencia de que los astrocitos y la microglía (células de soporte del cerebro) engulleron o "devoraron" las sinapsis afectadas. Este proceso, denominado 'poda sináptica', es importante durante el desarrollo cerebral, pero puede contribuir a la pérdida de sinapsis en casos de demencia.
HALLAZGOS CLAVE DEL ESTUDIO EN GATOS
Los científicos que han estudiado la enfermedad de Alzheimer en el pasado se han basado en gran medida en modelos de roedores modificados genéticamente. Los roedores no desarrollan demencia de forma natural, y el estudio de gatos con demencia tiene el potencial de impulsar el conocimiento y ayudar a desarrollar tratamientos tanto para gatos como para personas, según los expertos.
"Nuestros hallazgos resaltan las sorprendentes similitudes entre la demencia felina y la enfermedad de Alzheimer en personas. Esto abre la puerta a explorar si nuevos tratamientos prometedores para la enfermedad de Alzheimer en humanos también podrían ayudar a nuestras mascotas mayores. Dado que los gatos desarrollan de forma natural estos cambios cerebrales, también podrían ofrecer un modelo más preciso de la enfermedad que los animales de laboratorio tradicionales, lo que en última instancia beneficiaría tanto a la especie como a sus cuidadores", afirma el director del estudio de la Real Escuela Dick de Estudios Veterinarios de la Universidad de Edimburgo, Robert McGeachan.
La catedrática de Medicina Felina en la Real Escuela Dick de Estudios Veterinarios, Danièlle Gunn-Moore, por su parte, declara que "mediante estudios como este, se comprenderá la mejor manera de tratar la demencia felina. Esto será maravilloso para los gatos, sus dueños, las personas con Alzheimer y sus seres queridos. La demencia felina es el modelo natural perfecto para el Alzheimer; todos se benefician".