MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los seres humanos tienen un menor número de restos de virus ADN en sus genes en comparación con otros mamíferos, según ha encontrado un nuevo estudio. Esta disminución podría deberse a la reducción de la exposición a virus de transmisión sanguínea conforme los humanos evolucionaron hacia el uso de herramientas en lugar de morder durante los conflictos violentos y la caza de animales.
A pesar de los sistemas de defensa naturales, un retrovirus de vez en cuando infecta un óvulo de un mamífero o el esperma y su código genético se incorpora al del genoma del animal. Entonces, este "fósil" viral pasa de generación en generación: todos llevamos restos de un virus ADN que infectó a nuestros antepasados millones de años atrás pero estos retrovirus endógenos (ERV) parecen no causarnos ningún daño, a pesar de que se sabe que provocan enfermedades como el cáncer en otros animales.
Un equipo de investigadores de las universidades de Oxford y Plymouth, en Reino Unido, y el Centro de Investigación del Sida Aaron Diamond, en Estados Unidos, se preguntaron si había una combinación de factores únicos de los seres humanos que explicaba por qué estos fósiles virales en nuestros genomas permanecen benignos.
Estos expertos contaron el número de veces que los retrovirus parecen haberse integrado en el genoma de un animal y en los humanos, comparando los seres humanos con otras 39 especies de mamíferos, incluyendo chimpancés, delfines y pandas gigantes.
Los investigadores, que exponen sus resultados en la revista 'Retrovirology', compararon la firma genética de los dos bordes del virus. Estos bordes son idénticos cuando el virus invade el genoma, pero a medida que adquiere mutaciones aleatorias con el tiempo, poco a poco comienzan a divergir. Al seguir esta divergencia, el equipo pudo medir el tiempo que el retrovirus había pasado en el genoma de un animal.
Utilizando esta medida, encontraron que, en comparación con otros animales, un número mucho menor de retrovirus se incorporó al genoma de los seres humanos y otros simios en los últimos diez millones de años. Incluso en relación con animales muy similares a nosotros, los seres humanos son inusuales en el hecho de no haber adquirido ningún tipo nuevo de retrovirus en su ADN en los últimos 30 millones de años.
Una razón de la reducción de la incorporación de retrovirus en el genoma humano podría ser un cambio en el comportamiento de los hombres hacia menos peleas sangrientas y una menor exposición a la carne infectada, lo que significa que, en comparación con otros animales, nuestros antepasados hicieron menos probable un contacto con la sangre, una importante ruta para la infección viral.
"Considerándonos simplemente como una especie de primate, la proporción de individuos humanos que están infectados con retrovirus es mucho menor que entre nuestros parientes, como los chimpancés", afirma el doctor Robert Belshaw, de la Universidad de Plymouth.
Sin embargo, el investigador principal, Gkikas Magiorkinis, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, añade: "Hemos demostrado en el pasado que la hepatitis C, un virus que se transmite principalmente a través de la sangre, se extendió masivamente después de la Segunda Guerra Mundial. No hay duda de que la tendencia anterior de reducción de los contactos con la sangre se ha invertido en el último siglo y esto tiene graves consecuencias para las infecciones virales".