Archivo - Diabetes, mujer - VGAJIC/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con diabetes presentan un mayor riesgo de complicaciones tras la implantación de un stent, según un estudio del Instituto Karolinska de Suecia, publicado en 'Diabetes Care'. El estudio, que incluye a más de 160.000 pacientes, destaca la importancia de adaptar las estrategias de tratamiento a este grupo específico de pacientes.
Los investigadores realizaron un estudio exhaustivo para investigar el riesgo de complicaciones de los stents en pacientes con diabetes. De esta forma, el estudio consta de datos de más de 160.000 pacientes que recibieron stents liberadores de fármacos (pequeños tubos que se colocan en las arterias coronarias del corazón y liberan fármacos lentamente para reducir el riesgo de que el vaso se vuelva a obstruir) entre 2010 y 2020. Los pacientes se dividieron en tres grupos: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y pacientes sin diabetes.
Los resultados muestran que los pacientes con diabetes tipo 1 tienen más del doble de riesgo de complicaciones relacionadas con el stent que los pacientes sin diabetes. En el caso de los pacientes con diabetes tipo 2, el riesgo también es elevado, pero no tan significativo. Las complicaciones incluyen tanto el estrechamiento de la arteria en el stent como la formación de coágulos sanguíneos en el mismo.
"Nuestros resultados muestran que las personas con diabetes, especialmente la diabetes tipo 1, tienen un riesgo mucho mayor de complicaciones relacionadas con el stent. Por lo tanto, es importante considerar cuidadosamente cómo tratamos a estos pacientes", indica la primera autora, Irene Santos-Pardo, investigadora del Departamento de Ciencias Clínicas y Educación, del Instituto Karolinska.
El estudio también muestra que el riesgo de complicaciones del stent es mayor durante los primeros meses tras su implantación. Durante el primer mes, la incidencia de complicaciones del stent fue de 9,27 por 100 personas-año en pacientes con diabetes tipo 1, en comparación con 4,34 en pacientes sin diabetes. Después de seis meses, el riesgo disminuyó, pero se mantuvo alto en pacientes con diabetes.
"Necesitamos seguir investigando cómo podemos mejorar el tratamiento de los pacientes con diabetes que se someten a la implantación de un stent. Nuestros resultados indican que es necesario adaptar el tratamiento y el seguimiento", plantea el último autor, Thomas Nyström, profesor del Departamento de Ciencias Clínicas y Educación del Instituto Karolinska.
El estudio es una colaboración entre investigadores del Instituto Karolinska y el Instituto Germans Trias i Pujol de Barcelona en España.