MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El responsable de Diagnóstico de Precisión en Philips, Kees Wesdorp, ha señalado que la pandemia de COVID-19 está acelerando la transformación digital en la sanidad. "Se ha convertido en un catalizador para el cambio, un momento decisivo para todos y para repensar cómo debería ser la atención sanitaria", ha comentado.
La pandemia ha motivado que los proveedores de atención médica, como es el caso del Boston Medical Center (BMC), hayan utilizado con éxito la conexión por control remoto para comunicarse rápidamente con pacientes cuyos planes se han visto afectados por el COVID-19.
El BMC utilizó mensajes de texto, correos electrónicos y llamadas de voz en cuatro idiomas para entregar informaciones personalizadas y automatizadas a más de 400.000 pacientes a través de la plataforma Philips Medumo. Wesdorp cree que a partir de ahora podemos hablar de una sala de espera "sin espera", donde se proporciona a los pacientes "actualizaciones de última hora mediante voz o mensajes de texto para minimizar los tiempos de espera en el pasillo, limitando la posibilidad de transmisión de virus".
Igualmente, ha resaltado que la lucha contra el virus ha sacado a la luz importantes técnicas para los sistemas de imagen que van desde la radiografía hasta la tomografía computarizada (TC), pero lo más relevante es que la pandemia ha puesto en valor la ecografía portátil que lleva los diagnósticos al lugar de atención.
"Cuando el COVID-19 atacó por primera vez en la ciudad china de Wuhan, los médicos recurrieron a los sistemas de ultrasonido portátiles para evaluar a los pacientes en busca de neumonía aguda", reconoce el líder de Diagnóstico de Precisión de Philips. Una ecografía que permite a los médicos realizar diagnósticos y controlar la enfermedad "sin la necesidad de mover a los pacientes por el hospital".
En un esfuerzo por apoyar a los profesionales de radiología en la adquisición rápida de tomografías computarizadas, Philips ha desarrollado protocolos de tórax CT para pacientes sospechosos de COVID-19. "Igual de importante que tener el equipo de diagnóstico es que este sea rápido y fácil de usar, incluso para usuarios menos experimentados, para ayudarlos a obtener resultados consistentes en circunstancias muy estresantes", explica Kees Wesdorp. "Con el personal a veces reducido a un técnico para minimizar el riesgo de exposición al virus, tener un protocolo a mano claro y fácil de seguir ayuda a promover una calidad de imagen consistente para un diagnóstico correcto a la primera", aclara.
Otro cambio motivado por el COVID-19 es que muchos radiólogos, cardiólogos y oncólogos se han visto obligados repentinamente a trabajar desde casa. "A través de una plataforma de tele-ultrasonido, los médicos en el centro de atención pueden compartir imágenes de ultrasonido y consultar con un profesional sanitario en remoto de manera segura, todo en tiempo real", un avance que "llega para quedarse", según el responsable de Philips.
LA COORDINACIÓN Y CENTRALIZACIÓN DE DATOS ES FUNDAMENTAL
En salud, la necesidad de una coordinación central se ha vuelto aún más necesaria debido al COVID-19. Durante la crisis, han surgido equipos de gestión clínica y operativa que trabajan en estrecha colaboración para responder a las incertidumbres de una manera más ágil.
"Estos equipos evolucionarán en centros de gestión virtuales para coordinar los servicios de diagnóstico, mientras que el personal permanecerá distribuido en diferentes sitios, todos los datos relevantes estarán en un solo lugar permitiendo el análisis en tiempo real y la toma de decisiones", puntualiza Wesdorp.
En marzo, Philips colaboró con el gobierno holandés y con dos hospitales creando un portal 'on line' que conectaba al 95 por ciento de todos los hospitales del país para el intercambio digital de datos de pacientes de COVID-19. Como explica el responsable de Diagnóstico de Precisión, "es vital que aprendamos de esta crisis para avanzar en una agenda de mayor interoperabilidad y mayor intercambio de datos del paciente protegiendo a su vez la privacidad del mismo".
Por último, para conseguir un diagnóstico rápido del COVID-19, los investigadores de todo el mundo están poniendo a prueba la inteligencia artificial (IA). En China, Philips se asoció con Shukun Technology para implementar conjuntamente un algoritmo de IA que puede rápidamente distinguir las regiones afectadas de los pulmones en función de la TC torácica.
Sin embargo, el valor de la IA en el diagnóstico de precisión va más allá del análisis de imágenes. "Se trata realmente de empoderar al radiólogo, al técnico y al médico en todo momento en el proceso de diagnóstico. A corto plazo, veo especialmente la oportunidad para que la IA acelere la planificación, el escaneo y el procesamiento de los exámenes", apunta Wesdorp.