La contaminación del aire afecta la salud del corazón, nuevas evidencias en la fibrosis miocárdica difusa

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Archivo - Contaminación ciudad - JOSE GONZALEZ BUENAPOSADA/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 4 julio 2025 7:37

MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Existe una amplia evidencia que vincula la mala calidad del aire con las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no se conocen con certeza los cambios subyacentes en el corazón derivados de la exposición a la contaminación atmosférica.

    Ahora, un nuevo estudio señala que la exposición prolongada a la contaminación atmosférica se asocia con signos tempranos de daño cardíaco, según un estudio de la Universidad de Toronto (Canadá) publicado en 'Radiology', revista de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA).

   La investigación, realizada por investigadores que utilizan resonancia magnética cardíaca, indica que las partículas finas en el aire pueden contribuir a la fibrosis miocárdica difusa, una forma de cicatrización en el músculo cardíaco que puede preceder a la insuficiencia cardíaca.

   "Sabemos que, si una persona está expuesta a la contaminación atmosférica, tiene un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, incluyendo un mayor riesgo de sufrir un infarto", apunta la autora principal del estudio, la doctora Kate Hanneman, del Departamento de Imagenología Médica de la Facultad de Medicina Temerty de la Universidad de Toronto y la Red de Salud Universitaria de Toronto.

   La doctora Hanneman y sus colaboraodres utilizaron la resonancia magnética cardíaca, una técnica de imagen no invasiva, para cuantificar la fibrosis miocárdica y evaluar su asociación con la exposición prolongada a partículas conocidas como PM 2,5. Con un diámetro de 2,5 micrómetros o menos, las partículas PM 2,5 son lo suficientemente pequeñas como para entrar en el torrente sanguíneo a través de los pulmones.

Las fuentes comunes incluyen los gases de escape de los vehículos, las emisiones industriales y el humo de los incendios forestales.

   Los investigadores querían evaluar los efectos de la contaminación del aire tanto en personas sanas como en aquellas con enfermedades cardíacas, por lo que el grupo de estudio incluyó 201 controles sanos y 493 pacientes con miocardiopatía dilatada, una enfermedad que dificulta que el corazón bombee sangre.

   Una mayor exposición prolongada a la contaminación atmosférica por partículas finas se relacionó con mayores niveles de fibrosis miocárdica tanto en pacientes con miocardiopatía como en el grupo control, lo que sugiere que la fibrosis miocárdica podría ser un mecanismo subyacente por el cual la contaminación atmosférica provoca complicaciones cardiovasculares.

Los efectos más significativos se observaron en mujeres, fumadores y pacientes con hipertensión. El estudio se suma a la creciente evidencia de que la contaminación del aire es un factor de riesgo cardiovascular, que contribuye a un riesgo residual que no es tenido en cuenta por predictores clínicos convencionales como el tabaquismo o la hipertensión.

   "Incluso aumentos modestos en los niveles de contaminación atmosférica parecen tener efectos mensurables en el corazón", asegura Hanneman. "Nuestro estudio sugiere que la calidad del aire podría desempeñar un papel importante en los cambios en la estructura cardíaca, lo que podría sentar las bases para futuras enfermedades cardiovasculares".

   Conocer el historial de exposición a largo plazo de un paciente a la contaminación atmosférica podría ayudar a refinar la evaluación del riesgo de enfermedades cardíacas y a abordar las desigualdades en salud a las que contribuye la contaminación atmosférica, tanto en términos de nivel de exposición como de efectos. Por ejemplo, Hanneman indicó que, si una persona trabaja al aire libre en una zona con mala calidad del aire, los profesionales de la salud podrían incorporar ese historial de exposición en la evaluación del riesgo de enfermedades cardíacas.

   Los niveles de exposición a la contaminación del aire de los pacientes del estudio estaban por debajo de muchas de las pautas globales de calidad del aire, lo que refuerza la idea de que no existen límites de exposición seguros.

   "Se necesitan medidas de salud pública para reducir aún más la exposición a largo plazo a la contaminación del aire", apunta la doctora Hanneman. "Se han producido mejoras en la calidad del aire durante la última década, tanto en Canadá como en Estados Unidos, pero aún queda mucho por hacer".

   Además de iluminar los vínculos entre la contaminación del aire y la fibrosis miocárdica, el estudio destaca el importante papel que desempeñarán los radiólogos en la investigación y los desarrollos clínicos en el futuro.

    "Las imágenes médicas pueden utilizarse como herramienta para comprender los efectos ambientales en la salud del paciente", finaliza Hanneman. "Como radiólogos, tenemos una gran oportunidad de usar las imágenes para identificar y cuantificar algunos de los efectos de la exposición ambiental en la salud de diversos sistemas orgánicos".

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