MADRID, 3 Jun. (EDICIONES) -
El herpes zóster es la manifestación local de la reactivación del virus de la varicela-zóster, una infección que seguro muchos de nosotros pasamos cuando éramos pequeños, y para la que ahora hay dos vacunas, una a los 15 meses, y otra a los 65 años. Según datos del Ministerio de Sanidad, el herpes zóster ocurre en 3 de cada 10 personas, especialmente a partir de los 50.
Así nos lo explica en una entrevista con Europa Press Infosalus Josefa Masa, doctora en Medicina, especialista en medicina preventiva y salud pública, y epidemióloga en el Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII, institución que estima que "entre el 15%-20% de los individuos infectados con el virus de la varicela-zóster desarrollará un herpes zóster en algún momento de su vida".
En concreto, señala esta experta que la infección primaria, la que pasamos generalmente de pequeños, se queda latente en los ganglios raquídeos de la médula espinal o en los pares craneales, y la reactivación del virus dice que tiene lugar cuando hay una disminución de la inmunidad celular, bien por una infección, por la edad, o por un episodio muy fuerte de estrés que hace que bajen las defensas, por ejemplo.
"En términos patológicos se habla de una caída de la inmunidad celular, pero en la práctica lo que más manda es el envejecimiento; y por atravesar una situación de estrés hay muchas personas que pasan un herpes; o bien tras una enfermedad debilitante, como una gripe o la COVID-19, infecciones generalmente víricas que pueden favorecer una caída del sistema inmunitario y dar herpes", relata esta epidemióloga.
PUEDE SER CONTAGIOSO: CUIDADO CON LAS VESÍCULAS
Con ello recuerda que, por la razón que fuere, puede reactivarse en cualquier momento de la vida, y producir un conjunto de vesículas pequeñas, distribuidas en general a lo largo del recorrido de los nervios, que suelen estar en el tórax, en la cara, en la cabeza. "Aparecen como esas vesículas que todo el mundo conoce como 'culebrillas'. Producen picor y dolor", apostilla Josefa Masa.
La mayor parte de las veces dice que esta enfermedad o proceso es "benigno y autolimitado"; si bien otras veces señala que puede complicarse y producir dolor durante más tiempo, las conocidas como 'neuralgias post-herpéticas', que pueden estar produciendo malestar y dolor durante más de tres meses, y luego otras complicaciones como el herpes oftálmico, así como otras complicaciones neurológicas menos frecuentes.
La especialista en medicina preventiva y salud pública resalta aquí que el herpes zóster puede ser contagioso dado que las vesículas que aparecen con el herpes contienen un líquido que puede tener virus activos: "Si este líquido llega a contactar con una persona susceptible a la varicela podrían producir varicela en esa persona expuesta. Ahora, la contagiosidad de una persona con herpes virus es cinco veces inferior a la de una persona con varicela, pero sí puede ser contagioso el herpes".
QUIENES DEBEN SER MÁS CAUTOS
Las personas más susceptibles a esta infección, según prosigue la experta del ISCIII, son aquellas que no hayan pasado la varicela, quienes no se han vacunado de la varicela y tienen contacto con esas vesículas del herpes zóster; así como los menores de 15 meses, edad a la que se pone la primera vacuna de la varicela; y las personas inmunodeprimidas, embarazadas, y de edades avanzadas.
"Cuando el herpes zoster es en el tórax no pasa nada porque solemos ir vestidos. Pero si hubiera una lesión en la cara, que no está protegida, deberían hacerlo para evitar la transmisión a estos colectivos más susceptibles, que además pueden tener una varicela más grave porque en estos estas infecciones suelen ser más extendidas y producir otras complicaciones", apostilla Josefa Masa.
CÓMO DETECTAR A TIEMPO ESTA INFECCIÓN
A la hora de detectar o sospechar de una infección por herpes zóster indica que, generalmente, los síntomas son picor y dolor en una zona en la que, después, aparecen las vesículas. "Los médicos de cabecera y los dermatólogos son los expertos en estos procesos, y hoy en día hay antivirales específicos para tratarlos", subraya.
Considera que el hecho de que se haya introducido una vacuna en el calendario para los mayores de 65 contra el herpes zóster ha movido mucho el tema y ha favorecido un mayor conocimiento de esta infección: "En la actualidad no hay más casos de herpes, pero sí hay más conocimiento por la introducción de la vacuna en mayores de 65".
Tmbién argumenta que durante la pandemia de COVID se publicaron muchos artículos sobre su posible relación o no con la COVID-19; y otra razón por la que se habla de herpes más es porque es una patología que puede afectar a cualquier edad: "Hay niños pequeños, jóvenes, adultos y personas muy mayores; de hecho, a medida que aumenta la edad se incrementa su incidencia y la población ahora está más envejecida; también hay tratamientos inmunosupresores y estas personas son candidatas también de tener un herpes".