Alerta primavera: el sol puede ser desencadensante peligroso para quienes tienen lupus y otras enfermedades autoinmune

Archivo - Mujer usando protección solar en la playa.
Archivo - Mujer usando protección solar en la playa. - MYKOLA SOSIUKIN/ISTOCK - Archivo
Publicado: sábado, 10 mayo 2025 7:59

   MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -

    Con la llegada del buen tiempo, de la primavera, nos exponemos más al sol, un fenómeno que puede ser beneficioso en algunos aspectos para nuestra salud general, aunque siempre con mesura, si bien puede resultar una práctica peligrosa para algunos pacientes de enfermedades autoinmunes.

   En concreto, tal y como resalta en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus el doctor Tarek Carlos Salman, que es reumatólogo, y portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) las enfermedades autoinmunes que son fotosensibles son: el lupus, tanto el sistémico (LES) como el cutáneo (LEC); y la dermatomiositis (una enfermedad autoinmune rara que afecta fundamentalmente a la piel y al tejido muscular de tipo estriado), principalmente.

   En este sentido, detalla la SER que el lupus es una enfermedad crónica que puede afectar a cualquier órgano o sistema, y que se caracteriza por un conjunto complejo de manifestaciones asociadas a la presencia de autoanticuerpos; por eso, aunque su causa sea desconocida, aclara que esta patología se clasifica como una ‘enfermedad autoinmune’.

   Mientras, sostiene que el lupus cutáneo o LEC puede manifestarse de forma aislada, o asociado al lupus eritematoso sistémico (LES), y constituye igualmente una enfermedad autoinmune, con un espectro heterogéneo de manifestaciones clínicas y de afectación cutánea; clasificándose hasta 3 categorías de LEC: LEC Agudo (LECA); LEC Subagudo (LECS); LEC Crónico (LECC; la forma más diversa).

MECANISMOS INMUNOLÓGICOS SE ACTIVAN CON LOS RAYOS DEL SOL

   En el caso específico del lupus explica el portavoz de la SER que hay una serie de mecanismos inmunológicos que se activan con la radiación ultravioleta, y que pueden agravar la enfermedad. Sostiene que la radiación ultravioleta (RUV), tanto en la población adulta como en la pediátrica, puede causar brotes en pacientes con LES conocido; y apunta que, aunque aún no está de todo claro, se piensa que podría inducir el desarrollo de la enfermedad, además de que se piensa que puede ser uno de los mecanismos que influyen en la patogenia de la enfermedad (cómo se desarrolla).

   “Los efectos de la radiación solar que causan daño tisular son el resultado de la transferencia de energía de la RUV a moléculas biopoliméricas, como el ADN, el ARN, y los péptidos; con la consiguiente formación de radicales libres. La radiación solar también inhabilita transitoriamente la función de las células de Langerhans, como células presentadoras de antígenos”, subraya el también coordinador de la Unidad Funcional de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas del Hospital del Mar de Barcelona, así como profesor Asociado de la Universidad Pompeu Fabra.

   Explica igualmente que en el lupus el daño epidérmico se produce a través de diversos mecanismos, dado que las radiaciones ultravioleta promueven la formación de especies reactivas de oxígeno, lo que causa daño oxidativo a las células.

TAMBIÉN PUEDE DARSE UNA AFECTACIÓN SISTÉMICA

   Por otro lado, resalta que cualquier tipo de lesión que aparezca tras la fotoexposición puede alertar de un posible brote de LES, si bien precisa que no sólo la fotoexposición da brotes cutáneos: “Aunque menos estudiado y con mucha menos literatura que lo respalde, la fotoexposición también puede dar brotes sistémicos, sobre todo desencadenando síntomas como fatiga o artralgia (dolor agudo en articulaciones), y si no se le pone remedio, un brote de lupus en algún órgano”.

   Tal y como reconoce el doctor Tarek Carlos Salman, hay poca literatura que lo avale, pero sí se encuentran algunos artículos que lo respaldan, como el de L M Vilá y colaboradores (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/10461313/ ), que recoge que los pacientes que usaban protector solar con regularidad tenían una afectación renal significativamente menor (13,3 frente a 43,3%), trombocitopenia (13,3 frente a 40%), hospitalizaciones (26,7 frente a 76,7%), y necesidad de tratamiento con ciclofosfamida (6,7 frente a 30%) que los pacientes que no lo utilizaron (P <0,05).

   “El trabajo concluye que el uso de fotoprotección con protector solar se asoció con un mejor resultado clínico en nuestros pacientes con LES. Estos hallazgos respaldan aún más la importancia y los beneficios de las medidas fotoprotectoras en pacientes con LES”, resalta este reumatólogo.

   Es por ello por lo que insiste en que en cuanto se identifica el brote de LES, se debe pautar tratamiento de la manera más precoz, para evitar que el brote progrese: “No sólo la fotoexposición da brotes, también el estrés emocional y físico, los cambios hormonales, y las infecciones víricas. Así, todas estas situaciones deben hacer que nuestros pacientes estén alerta ante un posible brote”.

   La manera de actuar, según destaca, es igual en todas las situaciones, ante la aparición de síntomas leves tras estas situaciones estresantes, como la fatiga, la artralgia o artritis, la aparición de lesiones cutáneas, o la febrícula, entre otros síntomas, que tal y como asevera, deben hacer al paciente contactar con su médico lo antes posible o acudir a urgencias, para evitar que estos síntomas progresen a enfermedad orgánica y comenzar con el tratamiento lo antes posible.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

   En este contexto, el portavoz de la SER hace hincapié en que ahora en primavera y también de cara al verano, épocas en las que gozamos de una mayor exposición solar, los reumatólogos no sólo prescriban fármacos, sino también fotoprotección. “La fotoprotección evita brotes de LEC y LES, pero da insuficiencia de vitamina D, que se ha asociado a peor salud ósea, fatiga y mayor actividad de la actividad en pacientes con LES (3); de aquí la importancia de suplementar con vitamina D correctamente a nuestros pacientes”, incide.

   Además, recuerda algunos consejos en este sentido aportados por la Sociedad Española de Reumatología para los pacientes con lupus y la llegada de esta época del año:

- Uso de sombrero o gorra.

- Uso de gafas de sol.

- Si estas al aire libre, uso de camisetas frescas que protejan extremidades superiores y zona de escote.

- Uso de crema solar con protección 50+ en áreas expuestas. Esta se deberá aplicar, al menos, cada dos horas y es importante no olvidarse de la zona de cuello y orejas.

- Abundante consumo de líquidos, preferiblemente agua libre de azúcar.

- Regular el consumo de alcohol.

- Aumentar el consumo de frutas con abundante contenido en agua. Limitar el tiempo de exposición y evitar las horas con mayor incidencia de rayos solares.

- Evitar las cámaras de bronceado.

- Consultar con su reumatólogo si alguno de los fármacos que está tomando puede tener efectos adversos, como lesiones en la piel, al verse influido por la exposición solar.

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