MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consumo de yogur se asocia con una mejor calidad de la dieta, un estilo de vida saludable y podría asociarse a efectos beneficiosos sobre algunos factores de riesgo cardiovasculares, según ha señalado la Asociación Española de Fabricantes del Yogur (AEFY) con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se celebra este jueves.
AEFY resalta que el yogur es un alimento nutricionalmente denso, es decir, que ofrece gran cantidad de nutrientes en pocas calorías, lo que
puede ayudar a mejorar la calidad de la dieta dentro de un patrón de alimentación equilibrado y saludable. "Pese a que los lácteos como el yogur entero son alimentos que contienen grasas saturadas, son un ejemplo claro de una buena matriz alimentaria, apuntan.
Además, muchos estudios muestran una asociación inversa entre el consumo de alimentos lácteos con los diferentes factores de riesgo cardiovascular. En la diabetes es donde existen más evidencias de que el yogur tiene un efecto muy importante. En concreto, según un estudio, la incidencia de diabetes es un 17 por ciento menor en aquellos que tomaron 3 o más raciones de yogur a la semana.
Varias investigaciones también han relacionado el consumo de lácteos, incluyendo el yogur, con un efecto protector sobre el riesgo de sobrepeso y obesidad en adultos. Su consumo regular está asociado a una mejor gestión del peso corporal, así como a un estilo de vida más activo. Otra investigación que se llevó a cabo como parte del estudio 'PREDIMED' (Prevención con Dieta Mediterránea) asocia la ingesta de yogur a una menor incidencia de síndrome metabólico.
Por último, desde AEFY argumentan que, durante muchos años, organizaciones científicas, de salud pública y guías alimentarias han recomendado preferentemente el consumo de alimentos lácteos bajos en grasa o desnatados con el objetivo de reducir el riesgo cardiovascular.
Sin embargo, un reciente artículo publicado en la revista 'Nutrición Hospitalaria' sostiene que a día de hoy no existen suficientes evidencias que justifiquen esta posición. El artículo concluye que los alimentos lácteos, independientemente de su contenido en grasa, tienen un efecto neutro o incluso beneficioso para la salud cardiovascular.