MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Cátedra de Química Bioinorgánica de la Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (Alemania), junto con investigadores de los Estados Unidos, han descubierto que tomar zinc, junto a la hidroquinona, un componente que se encuentra en el vino, café, té y chocolate, puede ayudar a evitar el estrés oxidativo.
Este oligoelemento es un grupo de hidroquinona que se encuentra en los polifenoles, las sustancias vegetales responsables del olor y el sabor, y que produce una protección natural contra el superóxido, un subproducto de la respiración celular humana que daña las biomoléculas del cuerpo, como las proteínas o los lípidos, así como el genoma humano. Se cree que el superóxido tiene un papel clave en el proceso de envejecimiento y de diversas enfermedades relacionadas con el proceso inflamatorio.
La hidroquinona sola no es capaz de descomponer el superóxido, si bien cuando se combinan junto al zinc se crea un complejo metálico que imita una enzima superóxido dismutasa (SOD). Estas enzimas protegen al cuerpo de los procesos de degradación causados por la oxidación y tienen un efecto antioxidante.
El zinc es mucho menos tóxico que otros metales de transición, lo que, a juicio de los expertos, hace posible la creación de nuevos medicamentos o suplementos con menos efectos secundarios. "También sería plausible agregar zinc a los alimentos que contienen hidroquinona de forma natural para mejorar la salud del consumidor. Es posible que el vino, el café, el té o el chocolate estén disponibles en el futuro con zinc adicional", han zanjado los investigadores.