Tener una microbiota sana mejora los tratamientos contra el cáncer de mama y minimiza sus efectos secundarios

Archivo - Microbioma intestinal. Microbiota.
Archivo - Microbioma intestinal. Microbiota.- OLEKSANDRA TROIAN/ISTOCK - Archivo
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Actualizado: miércoles, 15 octubre 2025 16:44

MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

La jefa de la Unidad de Nutrición de la Clínica Neogenia, Alicia Salido, ha afirmado que contar con una microbiota sana puede mejorar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer de mama, así como minimizar sus efectos secundarios, por lo que ha recomendado llevar un estilo de vida saludable tanto como medida de prevención como durante y después de la enfermedad.

"El estilo de vida que tenemos hoy en día influye directamente y negativamente en muchas de las enfermedades que padecemos, y sobre todo en el cáncer de mama", ha afirmado Salido, en base a los cada vez más numerosos estudios que muestran el "papel crucial" de la microbiota intestinal a la hora de responder a los tratamientos oncológicos, y es que estos alteran "profundamente" el equilibrio de las mencionadas bacterias.

Es por ello por lo que la especialista ha recomendado equilibrar orgánicamente el cuerpo de las mujeres en fase aguda del tratamiento a través de la dietoterapia personalizada, que hará que estén bien nutridas y ayudará a "paliar" los síntomas asociados al tratamiento, como náuseas, diarrea, mucositis, fatiga, dolores musculares, cambios en el sabor de los alimentos, sabor a metal en la boca, anorexia, hiporexia, sequedad bucal y obesidad sarcopénica, entre otros.

En el caso de las mujeres que ya han superado la enfermedad, la experta ha aconsejado "prestar mucha atención" a la alimentación y al ejercicio físico, especialmente al ejercicio de fuerza para no aumentar de peso, pues se trata de una de las consecuencias del tratamiento hormonal, y que la grasa abdominal está "muy relacionada" con tener recidiva.

"Los medicamentos contra el cáncer no solo atacan las células tumorales, también alteran el equilibrio de las bacterias intestinales, reduciendo su diversidad y favoreciendo la aparición de especies dañinas", ha expresado la jefa de la Unidad de Microbiota de la Clínica Neogenia, la doctora Mar Sánchez Somolinos.

Esta disbiosis de la microbiota se asocia con una "disminución de la calidad de vida" de las pacientes y con un mayor riesgo de aparición de los efectos secundarios del tratamiento previamente mencionados.

Además, ha apuntado que la administración de probióticos durante la quimioterapia sería de "gran ayuda", pudiendo reducir la diarrea y la mucositis, atenuar la toxicidad cognitiva, aumentar la eficacia antitumoral mediante la mejora de la respuesta inmunitaria y restaurar la diversidad bacteriana intestinal.

Sin embargo, ha recalcado que "los probióticos en el paciente oncológico "deben ser siempre prescritos" por un médico especialista en microbiota, quien lo hará en base a la situación clínica de cada paciente y el riesgo-beneficio de administrarlos.

Los nuevos estudios también apuntan que el éxito de los tratamientos más innovadores contra el cáncer, como la inmunoterapia, no solo dependen del fármaco, sino que también afectan factores como la microbiota intestinal y la dieta. En ese sentido, ambas especialistas han coincidido en la importancia de un enfoque multidisciplinar y personalizado.

"Regular la microbiota con probióticos se postula como una estrategia prometedora a lo que hay que sumar adoptar un estilo de vida saludable perdurable, tanto nutricional como físicamente", han concluido.

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