MADRID, 14 Jul. (EDIZIONES) -
La palabra 'detox' (desintoxicación) representa la función del organismo de deshacerse de los residuos o toxinas que lo bloquean. Puede tratarse de sustancias tóxicas presentes en nuestra alimentación (pesticidas en frutas y verduras, metales pesados en pescados, cocciones a la barbacoa, por ejemplo), o en nuestro entorno (contaminación, o estrés, por ejemplo). ¿Qué pasa con las toxinas que ingerimos? Se almacenan principalmente en las células grasas del organismo y, como consecuencia, una persona con sobrepeso tendrá "matemáticamente" más probabilidades de almacenarlas que una persona delgada.
Así lo asegura Géraldine Olivo en 'Aguas e infusiones detox para sentirte bien' (Libros Cúpula), a la vez que estima que generalmente se asocia el término 'detox' con la idea de aldelgazar, purificar o ayunar. "En realidad el verdadero proceso de desintoxicación del cuerpo se realiza principalmente a través del hígado, una verdadera fábrica de residuos", sostiene. Para su buen funcionamiento, insiste la experta, el hígado necesita antioxidantes, vitaminas A, C y E, pero también las D, B9, y B12, además de zinc, selenio, azufre, omega 3 y 6, así como proteínas.
BENEFICIOS DEL AGUA DETOX
"Las aguas detox sólo son útiles cuando se integran en una alimentación equilibrada", subraya Olivo. De hecho, indica que "no son pociones mágicas", pero sí constituyen una "versión vitaminada" del agua que se bebe durante el día a día, a la vez que una alternativa "agradable y sana" a los refrescos existentes en el mercado, siempre en el marco de una alimentación global equilibrada.
"Aunque muchos antioxidantes y vitaminas no son hidrosolubles (no pasan al agua durante la maceración), una buena parte de ellos sí lo son. Los antioxidantes liposolubles (solubles en un cuerpo graso) son principalmente los carotenoides", sostiene. En concreto, son los que proporcionan su color naranja o rojo a la fruta y a la verdura. "Por eso, todavía estarán presentes en la pulpa de los vegetales después de la maceración", agrega.
Sobre cuándo consumir el agua detox, la experta indica que, en general, es preferible beber fuera de las comidas, sobre todo cuando se trata de cantidades importantes de líquido (a partir de un vaso grande). "Beber el agua por la mañana al despertarse también puede ser una buena idea para poner el organismo en marcha después de una noche de completo ayuno", apostilla.
¿UNA CURA TEMPORAL?
Más que considerar el empleo de las aguas o infusiones detox como una cura temporal, de algunos días o semanas y con beneficios limitados, Olivo ve "más interesante" cuestionar la alimentación de manera global. "Dos semanas de menús detox después de las Navidades, por ejemplo, seguro que cumplirán la función de aliviarnos en el momento, pero no sabrán compensar el desgaste causado por una mala alimentación llevada laso tras 50 semanas del año", subraya.
A su juicio, por suerte todos los componentes que necesita el hígado para funcionar mejor se encuentran en la alimentación, siempre y cuando ésta sea equilibrada. "Todas las frutas y verduras rebosan antioxidantes y tienen muchos minerales. Los omega 3 y 6 se encuentran en los lípidos de origen vegetal (nueces, almendras, semillas de calabaza, de lino o de sésamo, por ejemplo) y animal (pescados grasos ricos en omega 3).
Igualmente, pide no olvidar la aportación que realizan las proteínas de origen animal (carne, pescado o huevos) y vegetal (legumbres, oleaginosos, soja). En cuanto a la vitamina B12, ésta se encuentra únicamente en los alimentos de origen animal (pescados, marisco, y menudillos).
Aparte de la alimentación, Olivo hace hincapié a su vez en el hecho de que hay que seguir un buen estilo de vida. "Un día a día estresante y ruidoso, la atmósfera demasiado contaminada, la falta de actividad física y problemas o preocupaciones son tan tóxicos como los peores productos de comida basura industrial. Permitirse momentos de calma, hacer deporte y pasar un poco de tiempo en la naturaleza tendrán unas propiedades detox indiscutibles", apostilla la especislita.
CONSEJOS
- No todas las verduras convienen a las aguas detox, como es el caso de la col, el brócoli, las patatas o el nabo.
- Los oleaginosos (almendras o avellanas, por ejemplo) tienen la particularidad de que en su cáscara contienen antinutrientes. "Para deshacerse de una parte de ello es suficiente con dejarlos en remojo durante algunas horas y tirar el agua. No obstante, aunque volvamos a dejarlos en remojo, no desarrollarán su sabor lo suficiente para perfumar el agua detox".
-Para aprovechar los beneficios de las aguas o infusiones detox dice que hará falta consumirlos idealmente con un cuerpo graso (un puñado de almendras, por ejemplo). Además, resalta que los beneficios de las aguas detox se optimizan "enormemente" mediante la utilización de diferentes hierbas medicinales.
- Evitar combinar fruta o verdura con un sabor poco marcado (pepino, granada, Sandía) o asegurarse de añadir un ingrediente más perfumado para realizar el conjunto, como una especia o hierba aromática.
- A la hora de escoger las frutas y verduras, tienen que ser maduras, da igual cuáles, de temporada e "imperativamente bío", para dar los mejores resultados gustativos y asegurar el máximo de beneficios. De hecho, indica que la fruta y la verdura que se emplean en las aguas detox no se pelan, y es la piel lo que más expuesto está a los pesticidas.
- Es preferible utilizar fruta fresca y de kilómetro 0, y justo después de la cosecha (las manzanas, peras o fresas, por ejemplo). "En su defecto, puntualmente podemos conformarnos con fruta congelada, en general de buena calidad y congelada justo después de la cosecha. Las frambuesas enteras o las bolitas de melón nos podrían sacar de un apuro", alerta la especialista.
- Vigila siempre que el amargor de los ingredientes utilizados, ya que éste aumentará en proporción al tiempo de maceración. El amargor se contrarresta con ingredientes ácidos como el limón o el hibisco, por ejemplo, o con dulces como frutos rojos muy maduros o frutos secos.
- Evita combinar la fruta o las plantas amargas por naturaleza, como el romero con el té verde de baja calidad o el pomelo con el diente de león. "Cuando utilices cítricos o granos de granada saca cuidadosamente todas las membranas blancas", indica.
-No dejes macerar las especies enteras en el agua porque distribuye mal su sabor
- El agua tiene que ser siempre de buena calidad, ya sea de botella o filtrada. En torno a un litro. Evita el agua del grifo. La mezcla se prepara el día anterior por la noche, se conserva 24 horas máximo. A la hora de servir, filtra el agua con un colador.
- El limón se añade en casi todas las recetas por la acción antioxidante de la vitamina C que contiene, que además permite una mejor conservación de la fruta y la verdura en maceración.
- El recipiente debe ser preferentemente de cristal y con tapa.
- Corta la fruta y verduras en pequeños trozos para poder distribuirse bien en el agua, pero no demasiado para evitar que las frutas más tiernas (pera, plátano) se deshagan. Si las frutas en sí ya son demasiado pequeñas para cortar a trozos (bayas), cháfalas en un mortero antes.