Si tienes problemas de corazón sigue la dieta mediterránea

Dieta mediterranea, aceite, alimentación
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Actualizado: lunes, 25 abril 2016 6:13

   MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

    La dieta mediterránea se caracteriza porque se pueden comer todo tipo de alimentos siempre y cuando se respete la famosa pirámide alimenticia, que asienta las bases de qué alimentos se deben tomar a diario, cuáles se deben tomar semanalmente, y cuáles son aquellos que se deben tomar ocasionalmente. Y se reconoce por ser rica en frutas, verduras, pescado y alimentos sin refinar y por ser saludable y funcionalmente completa.

    Más allá de sus beneficios para la población general, un grupo de investigadores ha analizado si su consumo tienen algún beneficio mayor para aquellas personas que tienen problemas de corazón. Así, han descubierto que está vinculada a un menor riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular en personas que ya tienen enfermedades del corazón.

   La investigación, un estudio de más de 15.000 personas de 39 países de todo el mundo, mostró que el consumo de mayores cantidades de alimentos sanos era más importante para estos individuos eviten los alimentos poco saludables, como granos refinados, dulces, postres, bebidas azucaradas y alimentos fritos, propios de una dieta "occidental".

   El estudio, que se publica este lunes en 'European Heart Journal', mostró que por cada cien personas que comían la mayor proporción de alimentos saludables de la dieta mediterránea, había tres menos ataques cardiacos, apoplejías o muertes frente a cien personas que tomaban la menor cantidad de alimentos saludables durante casi cuatro años de seguimiento desde el momento en que los participantes se unieron a la investigación.

   Los autores preguntaron a 15.482 personas con enfermedad coronaria estable y una edad promedio de 67 años que completaran un cuestionario de estilo de vida cuando se unieron al ensayo de 'STABILITY', que estaba analizando a si un medicamento llamado darapladib reduce el riesgo de ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares y muertes.

   El cuestionario incluyó preguntas simples sobre la dieta: se preguntó a los participantes cuántas veces a la semana consumían porciones de grupos de alimentos como carne, pescado, productos lácteos, granos integrales o cereales refinados, hortalizas (excepto patatas), frutas, postres, dulces, bebidas azucaradas, alimentos fritos y alcohol.

   Dependiendo de sus respuestas, se les dio una "puntuación de la dieta mediterránea" (MDS, por sus siglas en inglés), que asigna más puntos a mayor consumo de alimentos sanos con un rango total de 0-24; una "puntuación dieta occidental" (WDS, por sus siglas en inglés) asigna más puntos a mayor consumo de alimentos poco saludables.

   Después de 3,7 años de seguimiento, se produjo un evento cardiovasculares adverso (MACE, por sus siglas en inglés) --ataque al corazón, accidente cerebrovascular o muerte-- en un total de 1.588 (10,1 por ciento) de los participantes en el estudio. En concreto, ocurrió en el 7,3 por ciento de las 2.885 personas con una puntuación de MDS de 15 o más (que consumieron la mayor cantidad de alimentos saludables), el 10,5 por ciento de 4.018 personas con un MDS de 13-14, y el 10,8 por ciento de las 8.579 personas con un MDS de 12 o inferior.

   El profesor Ralph Stewart, del Hospital de la ciudad de Auckland de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, que dirigió el estudio, subraya: "Después de ajustar otros factores que podrían afectar a los resultados, vimos que cada aumento de una unidad en la puntuación de la dieta mediterránea se asoció con una reducción del 7 por ciento en el riesgo de ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares o muerte por causas cardiovasculares o de otro tipo en los pacientes con enfermedad cardiaca existente".

LAS FRUTAS Y VERDURAS SON BENEFICIOSAS, MENSAJE PRINCIPAL

    "Por el contrario, un mayor consumo de alimentos que se cree que son menos saludables y más típicos de las dietas occidentales, no se asoció con un aumento en estos eventos adversos, lo cual no habíamos esperado", añade este investigador del trabajo, cuyos resultados fueron consistentes en todas las regiones geográficas que participaron en el estudio.

   Y continúa: "La investigación sugiere que deberíamos poner más énfasis en alentar a las personas con enfermedades del corazón a comer alimentos más sanos y, tal vez, centrarse menos en evitar los alimentos poco saludables". Sin embargo, advirtió que esto no significa que las personas podían comer alimentos poco saludables con impunidad.

   "El mensaje principal es que algunos alimentos --y en particular las frutas y hortalizas-- parecen reducir el riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, y este beneficio no se explica por factores de riesgo tradicionales, como el colesterol bueno y malo o la presión arterial. Si usted come más de estos alimentos frente a otros, puede disminuir su riesgo".

   "El estudio no encontró ninguna evidencia de daño por el consumo moderado de alimentos como carbohidratos refinados, alimentos fritos, azúcares y postres", reconoce este experto, pero señala que las evaluaciones eran relativamente aproximadas y que no se analizó la ingesta total de calorías, que es un determinante importante de problemas de salud relacionados con la obesidad, ni estudiar las grasas buenas y grasas malas, por lo que no pueden hacerse afirmaciones sobre su importancia para salud.

   Los investigadores no especificaron qué podría ser una "porción" de alimentos y se basaron en la interpretación de las personas de la misma; lo que generalmente significa que una porción puede ser una pieza individual de fruta, una porción de carne, pescado, verduras o granos considerada suficiente para una persona. Esto es una limitación del estudio, pero también un punto a favor

   El profesor Stewart concluye: "No se especifica qué significaba porción porque necesitábamos hacer el cuestionario muy sencillo e intuitivo, para que fuera fácil y rápido de completar. Es una limitación porque las estimaciones de los alimentos que se consumen son relativamente brutas e imprecisa, pero también una fuerza, porque hemos sido capaces de demostrar que a pesar de que la dieta es muy compleja, algunas preguntas simples pueden identificar un patrón dietético vinculado con un menor riesgo de ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares recurrentes".