MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Clemson en Carolina del Sur (Estados Unidos) han descubierto que la gente suele comer menos cuando llevan la cuenta de cada bocado que dan gracias a un contador que han desarrollado y que el comensal puede llevar en la muñeca.
Así se desprende de los resultados de un estudio en la revista 'Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics', que muestran como la clave de mantener la pérdida de peso parece estar en el autocontrol, según ha destacado Eric Muth, uno de sus creadores.
Este experto y su equipo desarrollaron hace años un dispositivo capaz de contabilizar los bocados que uno va dando mientras come. Aunque este contador no sirve para elegir alimentos más sanos, sí permite al consumidor "saber si debe seguir comiendo o debe dejar el plato a un lado para evitar comer más de la cuenta".
En su investigación incluyeron dos trabajos con 94 y 99 participantes, la mayoría mujeres de 19 años de edad y con un índice de masa corporal (IMC) de 23, lo que indica que estaban en el límite de su peso normal.
Los sujetos comían juntos en un laboratorio diseñado para simular el ambiente de un restaurante y, además de los contadores de bocados, también se monitorizaron otros indicadores de los participantes como una estimación de las calorías ingeridas.
En el primer estudio se vio si la ingesta variaban al conocer los bocados que iban dando gracias al dispositivo, estableciendo además platos de diferentes tamaños. Así, vieron que quienes sólo comían de grandes platos solía coger una media de 4,5 porciones más que quienes comen en platos pequeños con independencia de si llevaban la cuenta de los bocados.
Sin embargo, las personas que comen de platos grandes o pequeños redujeron su ingesta de forma significativa cuando los iban contando, con una media de cinco porciones menos.
El segundo estudio también utilizaba platos grandes y pequeños y dispositivos para contar bocados, pero se les pidió que se quedaran en 12 o 22 bocados. Hubo más gente que se quedó en la meta más baja, si bien es cierto que estos fueron los que solían cargar más las porciones, por lo que al final la ingesta calórica fue similar.
Clare Collins, profesora de Nutrición y Dietética de la Universidad de Newcastle en Australia, reconoce que estos datos podrían haber cambiado si el estudio se realizara en un grupo con sobrepeso, si bien admite que la automonitorización de los alimentos es una forma de "ser conscientes de lo que uno come y bebe".