Sandía, tomate o pepino, ¿por qué son alimentos esenciales durante el verano?

Archivo - Comida sana. Verduras y frutas.
Archivo - Comida sana. Verduras y frutas. - FCAFOTODIGITAL/ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 27 julio 2023 14:09

   MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Durante los meses de verano es esencial aumentar la ingesta de alimentos de origen vegetal -frutas, hortalizas y verduras- por su alto contenido en agua, que se sitúa entre el 80 y el 90 por ciento, según ha resaltado la coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Ana de Hollanda.

   "Es aconsejable cambiar un producto como un plato de cuchara, propio de las épocas frías, por ensaladas, gazpachos, y verduras, entre otros", ha añadido De Hollanda.

   Asimismo, la endocrinóloga ha hecho hincapié en que es esencial consumir productos de temporada y proximidad. Las frutas de verano con mayor contenido de agua son la sandía (93%), el melón (88%), el albaricoque (86%) y las ciruelas (84%). Por su parte, las hortalizas con un elevado contenido en agua son el tomate (94%), el pepino (96%), la endibia (94%), la cebolla (90%) y el apio (94%), entre otras.

   En este sentido, la endocrinóloga ha advertido que es fundamental cuidar la higiene de los alimentos. "Se trata de una época en la que existe más riesgo de intoxicación alimentaria", por ello, ha puntualizado que se trata de alimentos crudos o alimentos que no se han conservado adecuadamente, "por lo que es necesario tener una mayor precaución en verano porque las temperaturas exteriores aumentan el riesgo de intoxicación".

DIETAS A CORTO PLAZO

   Según la experta, muchas personas optan por comenzar una dieta para adelgazar antes de la llegada del verano, como la conocida 'operación bikini'. De Hollanda incide en que es fundamental conocer el estado nutricional de la persona con el fin de evaluar si es necesario bajar de peso y cuánto se debe perder para tener un peso saludable.

   La endocrinóloga hace hincapié en la importancia de acudir a un profesional y tener en cuenta que "una dieta, mejor dicho, un cambio en el estilo de vida, se hace durante un período de tiempo largo o de forma indefinida, pero si se vuelve a los malos hábitos previos y, al año siguiente, vuelta a empezar, cabe destacar que estos ciclos no son buenos para nuestra salud física (efecto yoyó) ni psicológica porque genera frustración, sensación de fracaso y problemas de autoestima y, probablemente, afecta a nuestro bolsillo".

   "Aquella persona que se plantee una dieta a corto plazo, con casi total seguridad, acabará en fracaso a largo plazo", ha sentenciado la especialista.

   La coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN ha subrayado también la importancia de considerar cuál debe ser el ritmo de pérdida de peso para llevar el tratamiento a cabo de forma segura con el fin de evitar complicaciones, así como realizar planes de alimentación equilibradas, evitando aquellas que eliminan completamente algunos grupos de alimentos y obligan a tomar suplementos de vitaminas y minerales, ya que pueden ocasionar complicaciones.

   No obstante, la endocrinóloga especifica que "cualquier momento del año es apropiado para cuidarse y realizar una dieta saludable" y desaconseja por completo las campañas "operación bikini", "retos de corto plazo" y "comparaciones antes/después".

EL EJERCICIO Y LA ACTIVIDAD FÍSICA EN VERANO

   En relación a la realización de ejercicio físico durante el periodo estival, De Hollanda ha señalado que "aprovechando el tiempo libre y el buen clima, podemos incrementar la actividad física al aire libre, sin necesidad de recurrir a un gimnasio, paseando, realizando senderismo, montando en bicicleta, nadando en la playa o la piscina, realizando algún deporte al aire libre y jugando a las palas en la playa".

   Pese a ello, ha advertido que "hay que tener en cuenta las altas temperaturas y escoger los horarios muy temprano en la mañana o en la tarde-noche. Hay que estar muy atentos a la hidratación y descansos y no olvidarnos de la protección solar".