MADRID, 4 Mar. (INFOSALUS) -
El uso de la sal es tan imprescindible para la vida que ha acompañado a todas las civilizaciones a lo largo de los siglos, sin embargo, la sociedad actual ha duplicado su consumo hasta alcanzar cantidades perniciosas para la salud. La mayoría de las personas consumen más sal de la que necesitan y, por lo tanto, tienen mayor riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular, que son las dos principales causas de muerte en todo el mundo.
Sin embargo, el consumo de sal puede mejorar el rendimiento físico en deportes de resistencia, asimismo si se consume de forma moderada la sal no engorda ni favorece la retención líquidos. Además, hay que tener en cuenta que la sal o el sodio es un mineral necesario para el organismo y, por tanto, es clave en una dieta equilibrada.
Ahora, un nuevo estudio revela que la sal en la dieta podría tener una ventaja biológica: defender al organismo contra los microbios invasores. Una dieta alta en sal aumentó la acumulación de sodio en la piel de ratones, elevando así su respuesta inmune a un parásito que infecta la piel.
Los hallazgos, publicados este martes en 'Cell Metabolism', sugieren que la sal en la dieta podría tener un potencial terapéutico para promover la defensa del huésped contra las infecciones microbianas.
"Hasta ahora, se ha considerado la sal como un factor dietético perjudicial; se sabe claramente que es perjudicial para las enfermedades cardiovasculares y estudios recientes han señalado un papel en el empeoramiento de las patologías autoinmunes", dice el primer autor del estudio Jonathan Jantsch, microbiólogo de 'Universitätsklinikum Regensburg' y 'Universität Regensburg', en Alemania.
"Nuestro estudio desafía esta visión unilateral y sugiere que el aumento de la acumulación de sales en el sitio de infecciones podría ser una estrategia antigua para prevenir infecciones, mucho antes de que se inventaran los antibióticos", agrega este investigador.
Las grandes cantidades de sodio almacenadas en la piel, especialmente en las personas mayores, pueden conducir a la hipertensión arterial e incrementar el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular. Una dieta alta en sal, que aumenta el almacenamiento de sodio en la piel, también puede empeorar la enfermedad autoinmune e incluso elevar el riesgo de cáncer de estómago.
"A pesar de la abrumadora evidencia de la vinculación de sal de la dieta con la enfermedad en los seres humanos, la potencial ventaja evolutiva de almacenar tanta sal en el cuerpo no ha estado clara", señala el autor del estudio Jens Titze, que investiga la relación entre el metabolismo del sodio y la enfermedad en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos.
Una clave de este misterio se produjo cuando Titze y sus colaboradores notaron una cantidad inusualmente alta de sodio en la piel infectada de ratones que habían sido mordidos por compañeros de jaula. Intrigado por esta observación, Titze se asoció con Jantsch para examinar la relación entre la infección y la acumulación de sal en la piel.
Estos expertos encontraron que las áreas infectadas en pacientes con infecciones bacterianas de la piel también mostraron una acumulación notablemente alta de sal. Por otra parte, los experimentos en ratones demostraron que una dieta alta en sal impulsó la actividad de las células inmunes llamadas macrófagos, promoviendo así la curación de las patas que estaban infectados con un parásito protozoo llamado 'Leishmania major'.
En el futuro, los investigadores examinarán cómo la sal se acumula en la piel y desencadena la respuesta inmune, además de por qué la sal se acumula en la piel de los adultos de edad avanzada. "Entender mejor las cascadas de regulación no sólo podría ayudar a diseñar fármacos que mejoran específicamente la deposición local de sal y ayudar a combatir las enfermedades infecciosas, sino que también puede conducir a nuevas estrategias para movilizar las reservas de sodio en la población y prevenir la enfermedad cardiovascular", dice Jantsch.
"También creemos que la aplicación local en la herida de apósitos que contienen alto contenido de sal y el desarrollo de otras terapias antimicrobianas que impulsan la sal podrían tener potencial terapéutico", adelanta este investigador. Mientras tanto, estos expertos instan a tener precaución en los potenciales beneficios para la salud de una dieta alta en sal.
"Debido a los abrumadores estudios clínicos que demuestran que altas concentraciones de sal en la dieta son perjudiciales para la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, creemos que nuestros datos no justifican recomendaciones sobre un consumo elevado de sal en la dieta en la población general --advierte Jantsch--. Sin embargo, en situaciones en las que la acumulación endógena de sal en los sitios de infección es insuficiente, la suplementación de la sal podría ser una opción terapéutica. Pero esto debe ser abordado en futuros estudios".