MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
La raíz de kudzu y la melaza de soja contienen isoflavonoides con alta actividad antioxidante y citotóxica, lo que podría ayudar a combatir algunos tipos de cáncer cuando no está indicada la quimioterapia o la cirugía, según han observado investigadores de la Laboratorio de Síntesis Orgánica de UrFU (Rusia).
Los isoflavonoides en la melaza de soja y las raíces de kudzu son fitoestrógenos que imitan la acción de la hormona humana estrógeno. Ayudan a unir y eliminar los radicales libres del cuerpo, que causan daño celular y alteran las funciones del sistema inmunológico. Esto, a su vez, conduce a diversas enfermedades, incluida la formación de tumores cancerosos.
Además, las isoflavonas que se encuentran en las plantas son efectivas contra las estructuras tumorales densas que afectan los órganos internos humanos. Por ejemplo, el extracto de soja es más eficaz contra las metástasis y las células tumorales malignas que se desarrollan en los músculos (rabdomiosarcoma), mientras que las isoflavonas de las raíces de kudzu mostraron un buen efecto anticancerígeno contra el cáncer de cerebro (glioblastoma multiforme) y el cáncer de huesos y tejido conjuntivo (osteosarcoma).
"Los cánceres estudiados tienen un alto grado de metástasis y son resistentes a los regímenes terapéuticos. Son especialmente peligrosos para los niños: alrededor del 40 por ciento de los cánceres en los niños se deben a estos tipos de cáncer. La quimioterapia y la radioterapia ayudan solo en el 50 por ciento de los casos, en el otro 50 por ciento las células cancerosas continúan haciendo metástasis y en los cuerpos de los niños las células crecen más rápido que en los adultos", han dicho los expertos.
En concreto, los científicos determinaron que las isoflavonas más activas en ambos extractos de plantas eran la daidzeína y la genisteína, que protegen el tejido óseo. También se encontraron puerarina, formononetina y biocanina A. Los científicos utilizaron 'solventes verdes' llamados solventes eutécticos profundos naturales para extraer isoflavonas.
El estudio utilizó soluciones de cloruro de colina y ácido cítrico, compuestos orgánicos que no son tóxicos para el organismo. "Esta tecnología ha demostrado ser más efectiva para la extracción de isoflavonoides que el método sintético de obtención de los mismos. Cabe señalar que el cloruro de colina y el ácido cítrico también tienen sus propias propiedades terapéuticas y, por lo tanto, pueden mejorar el efecto de las isoflavonas en las células cancerosas", han enfatizado los investigadores.