MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Rosa María Ortega, catedrática de Nutrición en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha defendido que el calcio que contienen los lácteos es "el más fácil de obtener y utilizar por el organismo". "No es lo mismo tomar un vaso de leche que tener que ingerir un plato con cuarto kilo de acelgas o 80 g de sardinas cada día para obtener el mismo calcio", añade.
La experta resalta que la absorción de calcio en los lácteos es "más fácil" que el de otra procedencia. "Y esto sucede porque va acompañado de una serie de promotores de la absorción, como puede ser la caseína, y no está acompañado de inhibidores de la absorción, que si se encuentran en otros alimentos", explica la doctora, miembro del Comité Científico del Programa Europeo de fomento del consumo de leche y lácteos lanzado por el sector español y la Unión Europea.
"No es lo mismo tomar un vaso de leche, que nos aporta una cantidad de calcio determinada, que tener que ingerir, para obtener el mismo resultado, un plato grande lleno de espinacas o bien 80-100 g de sardinas, cada día, más aún cuando en muchas verduras existen inhibidores que frenan la absorción de ese mineral. El calcio ideal para el ser humano es el que procede de los lácteos y, sin ellos, es francamente difícil lograr un contenido adecuado", advierte la doctora.
Asimismo, asegura que, sin aportes externos de calcio a través de una alimentación en la que se incluyen diversos tipos de lácteos, es "fácil" que se produzcan carencias que "pueden llevar a problemas como la osteoporosis o la progresión de enfermedades degenerativas, a largo plazo".
Ortega insiste en que los organismos oficiales internacionales marcan oficialmente las cantidades de calcio que debe tomar cada persona en función de edad, sexo, etapa de la vida o situación fisiológica, que oscilan entre 800 y 2.000 miligramos/día. De acuerdo con esta doctora en Farmacia, se logra el aporte recomendado de calcio consumiendo entre dos y cuatro raciones de lácteos al día, con carácter general. "Lo ideal sería ingerir entre 2 y 3 raciones en niños y adultos, y entre 3 y 4 en el caso de embarazadas, mujeres lactantes, adolescentes, deportistas o ancianos", cuantifica.
Esta meta "es prácticamente imposible de conseguir" con aportes de lácteos inferiores, defiende Ortega. Un consumo adecuado para la población media podría consistir en tomar, cada día, un vaso de leche grande (de entre 200 y 250 mililitros al menos), dos yogures y una porción de queso que puede variar, en función del tipo, entre 30 y 60 gramos.