MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una dieta equilibrada, mantenerse activo física e intelectualmente o participar en actividades sociales, son algunas de las claves señaladas por el doctor Juan Carlos Portilla, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), para ayudar a nuestro cerebro a mantenerse sano, con motivo de la Semana del Cerebro, celebrada desde el 30 de septiembre hasta el 4 de octubre.
"El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, pero para que funcione correctamente es necesario cuidarlo. Además, a diferencia de otros órganos cuando tienen problemas, nuestro cerebro no duele, por lo es que es muy común que se nos olvide el importante papel que tiene nuestro cerebro en nuestra salud en general", ha comentado el vocal de la Sociedad Española de Neurología, el doctor Juan Carlos Portilla.
"Esto hace que no dediquemos suficiente tiempo a fomentar su correcto estado de forma o que los primeros síntomas de las enfermedades neurológicas pasen desapercibidos tanto para los pacientes como los familiares", ha añadido.
La SEN estima que hasta un hasta el 16 por ciento de la población española puede padecer algún trastorno neurológico, lo que significa que unos 7 millones de personas en España padecen algún tipo de enfermedad cerebral. La migraña, relativamente benigna pero con un impacto muy negativo en la calidad de vida de quienes la sufren, el ictus, enfermedades neurodegenerativas (como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson) y la epilepsia, son las patologías neurológicas más frecuentes en nuestro país.
Por esta razón, la SEN recomienda mantener hábitos beneficiosos para el cerebro desde edades tempranas con el objetivo no sólo de cuidar este órgano, sino para tener una mayor probabilidad de envejecer sin secuelas neurológicas, ya que mantener malos hábitos en edades medias de la vida pueden tener su repercusión después, generando problemas cerebrovasculares o incrementando el riesgo de demencia, han afirmado.
"Por el contrario, hacer ejercicio físico de manera regular, evitar el sedentarismo, mantenerse activo intelectualmente y controlar los factores de riesgo vascular (como la tensión arterial y/o la diabetes) han demostrado beneficio para el cerebro a todas las edades, incluso en pacientes que ya padecen una enfermedad neurológica", ha señalado el experto.
"Además, actividades que fomenten la estimulación cognitiva como leer, bailar, conversar, acudir a eventos culturales u otro tipo de actividad social también aumentan la resistencia de nuestro cerebro ante las enfermedades neurodegenerativas -como el Alzheimer- y ayudan a prevenirlas", ha añadido.
RECOMENDACIONES PARA UN CEREBRO SANO
La primera recomendación del experto para mantener un cerebro sano es mantenerse activo intelectualmente realizando actividades que estimulen la actividad cerebral, como leer, escribir, bailar, escuchar música, participar en juegos de mesa, realizar actividades manuales, acudir a eventos culturales, resolver crucigramas, aprender un nuevo idioma, viajar, conversar, etc.
También es conveniente potenciar las relaciones sociales y afectivas evitando la incomunicación y el aislamiento social. También es útil participar en actividades en grupo o colaborar con la sociedad.
En tercer lugar, hay que evitar el estrés y mantener una actitud positiva frente a la vida, así como practicar ejercicio físico moderado de forma regular y evitar el sedentarismo, bien sea mediante la práctica de un deporte o realizando uno o dos paseos diarios de al menos 30 minutos.
Para mantener el cerebro sano es clave seguir una dieta equilibrada, evitando el sobrepeso. La dieta mediaterránea tradicional es la ideal para el cerebro, porque es baja en azúcares refinados y en grasas saturadas, pero rica en verduras, frutas y pescados. Tampoco se recomienda abusar de la sal.
Asimismo, se debe evitar el consumo de tóxicos como alcohol, tabaco y drogas, y potenciar un sueño de calidad y con una duración adecuada. En adultos se recomienda dedicar entre 7 y 9 horas diarias.
Es importante también controlar los factores de riesgo vascular, como la tensión arterial, la diabetes o la hiperglucemia, debido a que la hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedades cerebrovasculares como el ictus, pero también para otras muchas enfermedades neurológicas.
Por último, se puede proteger el cerebro contra las agresiones físicas del exterior mediante la utilización del casco o del cinturón de seguridad. Se deben prevenir las consecuencias de los accidentes, especialmente los laborales y los de tráfico.