¿Puede la alimentación reducir el riesgo de depresión?

Cocina mediterránea, comer, alimentación saludable
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Actualizado: martes, 4 diciembre 2018 7:31

   MADRID, 4 Dic. (EDIZIONES) -

   La depresión es una enfermedad donde influyen muchos factores que interactúan entre sí. Desde factores psicológicos, hasta genéticos, ambientales y biológicos. Es una enfermedad bastante compleja. Lo que se ha visto es que la dieta puede ser efectiva en la prevención de la depresión; aunque no en todos los casos.

Así lo asegura a Infosalus Almudena Sánchez Villegas, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en una entrevista con Infosalus, quien explica que se ha comprobado que entre un 25 y un 40% de casos de depresión cursan con inflamación sistémica de bajo grado.

   "No todas las depresiones cuentan con inflamación sistémica de bajo grado, es decir, una situación en la que el cuerpo está inflamado, algo que por ejemplo ocurre también con la diabetes y con la obesidad y también en la enfermedad cardiovascular, donde hay una inflamación de base en el cuerpo", remarca la especialista, quien presentó el estudio publicado en la revista de acceso abierto 'BMC Medicine', durante el pasado XXI Congreso nacional de Psiquiatría.

   "Se nos ocurrió pensar que si hay una inflamación en personas con depresión y en las enfermedades del corazón, y hay estudios que demuestran que hay dietas que son buenas para prevenir el infarto, quizá sean efectivas también para reducir el riesgo de depresión", subraya la especialista, a la vez que sostiene que se ha observado que aquellas personas que siguen dietas cardiosaludables a largo plazo tienen menos riesgo de desarrollar depresión.

   Como principal ejemplo de dieta cardiosaludable la experta apunta a la dieta mediterránea, caracterizada por un alto consumo de cereales, preferentemente integrales; fruta; verdura; y aceite de oliva. Asimismo, apunta a un consumo moderado de lácteos, de legumbres, y de carnes blancas (pollo, pavo), y un bajo consumo de carnes rojas (cerdo, ternera), y esporádico de dulces.

   En este punto llama la atención sobre el hecho de que el aceite de oliva debería ser 'vírgen extra' porque es más bruto y presenta un alto contenido en polifenoles, con un potente efecto antiinflamatorio y antioxidante. Según defiende Sánchez Villegas, cuando se sigue la dieta mediterránea te aseguras una adecuada ingesta de micronutrientes esenciales, fundamentales para el funcionamiento celular y el neuronal.

   "La dieta mediterránea consiste también en un consumo moderado de pescado, de manera que tienes un aporte óptimo de ácidos grasos omega 3, que tienen por un lado un potente efecto antiinflamatorio y forman parte de las membranas neuronales, de manera que el transporte entre neuronas funciona bien", indica la especialista en Medicina Preventiva.

   Según defiende, lo ideal es que siempre se siga un patrón global de alimentación correcta y adecuada, y no centrarse en un solo alimento. "Básicamente seguir la dieta mediterránea aporta una serie de alimentos y de nutrientes que se han relacionado con la inflamación y con otros procesos que podrían aparecer alterados en la depresión", remarca.

   Es más, si hubiera que destacar una serie de alimentos especialmente antiinflamatorios apunta al aceite de oliva virgen extra porque además de los compuestos polifenólicos antes mencionados, también tiene vitamina E, con capacidad antiinflamatoria. Otros alimentos estrella antiinflamatorios son las frutas y las verduras. El pescado también lo es como fuente de omega 3. El magnesio, el zinc, casi todas las vitaminas son antiinflamatorias; por lo tanto todo lo que sea fuente de vitaminas podría ser altamente antiinflamatorio.

   "Lo ideal es que nos alimentemos de productos poco procesados, alimentos que son nutricionalmente muy ricos y que puedan ser muy beneficiados frente a la salud. Evitar los procesados, como las galletas, la comida rápida, los snacks, los zumos azucarados, o la bollería industrial. Cuanto más natural sea un alimento más saludable. Hay que evitar todos aquellos donde haya una etiqueta donde aparezcan elementos añadidos, azúcares y grasas. Sería efectivo para la enfermedad cardiovascular y también para la depresión, como hemos comprobado", sentencia Sánchez Villegas.