MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los anuncios de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar o sal poco saludables tienen un impacto inmediato y significativo sobre los niños y hacen que lleven dietas dañinas, según concluye una investigación de la Universidad de McMaster, en Hamilton, Ontario, Canadá.
El estudio, publicado este martes en la revista científica 'Obesity Reviews', examinó 29 ensayos que evaluaron los efectos de la comercialización de alimentos y bebidas poco saludables y analizó la ingesta calórica y las preferencias dietéticas entre más de 6.000 niños. Los investigadores encontraron que la publicidad aumentó la ingesta alimentaria e influyó en la preferencia dietética en los niños durante o poco después de la exposición a los anuncios.
El autor principal del estudio, Behnam Sadeghirad, estudiante de doctorado en Epidemiología Clínica y Bioestadística de McMaster, dice que estos hallazgos demuestran la influencia que estos anuncios tienen en la elección de alimentos infantiles. "Las tasas de sobrepeso y obesidad entre los niños están aumentando en todo el mundo", alerta Sadeghirad.
"Ésta es la primera evidencia de revisión sistemática basada en 29 ensayos aleatorios y muestra que los niños con una amplia exposición a la publicidad de alimentos poco saludables y bebidas a través del embalaje del producto (superhéroes, logotipos), la televisión e Internet consumen más calorías a corto plazo y prefieren la comida basura", explica.
Para la investigación, el equipo de Sadeghirad evaluó trabajos anteriores que examinaron la publicidad de alimentos y bebidas no saludables a través de televisión y cine, videojuegos comerciales, el uso de logotipos de marcas, envases con personajes de dibujos animados y anuncios en folletos y/o revistas.
REVISAR LA NORMATIVA PUBLICITARIA
Cuando los niños fueron expuestos a anuncios no saludables, consumieron significativamente menos calorías saludable que saludables, según el estudio. Los resultados también plantean que los niños más pequeños (de unos 8 años de edad) pueden ser más susceptibles a los efectos de la publicidad de alimentos y bebidas en términos de cantidad y calidad de las calorías consumidas.
Según los investigadores, estos hallazgos son particularmente importantes teniendo en cuenta los últimos estudios que revelan que los niños están expuestos a un promedio de cinco anuncios de comida por hora, con los alimentos poco saludables representando más de un 80 por ciento de todos los anuncios de alimentos televisados en Canadá, Estados Unidos y Alemania.
"En general, nuestros análisis muestran la necesidad de revisar la política pública sobre el marketing de alimentos y bebidas insalubres destinado a los niños", plantea el autor del estudio Bradley Johnston, profesor asistente en el Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística en McMaster y director correspondiente de SORT (Análisis Sistemáticos mediante la Mejora de Investigación Tecnológica) en el Hospital para Niños Enfermos.
"El aumento de la prevalencia de la obesidad parece coincidir más con un notable incremento en el presupuesto de la industria de alimentos y bebidas para su publicidad dirigida a los niños y jóvenes, con datos que muestran que, alimentos y bebidas bajos en nutrientes pero ricos en energía constituyen la mayoría de los productos comercializados en el mercado", concluyen.