MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Es conocido entre la población que determinadas frutas y verduras cuentan con propiedades anticancerígenas, sin embargo, nunca se había utilizado esta evidencia para impulsar nuevas terapias contra el cáncer. Ahora, un grupo de científicos de diferentes universidades de Rusia, China e India ha descubierto cómo las sustancias que componen estos alimentos impiden el desarrollo de tumores, detienen la formación de neoplasias malignas y suprimen el proceso de división de las células cancerosas, abriendo la puerta al desarrollo de nuevos fármacos a base de estas propiedades.
Para el estudio, los investigadores seleccionaron 30 compuestos de verduras y frutas y llevaron a cabo una serie de experimentos. Así, mediante modelos informáticos, determinaron qué grupo de sustancias estudiarían y cómo afectaban estas a las proteínas de las células. La descripción de los compuestos y los resultados de la investigación se publicaron en la revista 'Scientific Reports'.
"Para crear nuevos y potentes fármacos que se dirijan únicamente al tumor, era necesario determinar cómo afectan los compuestos dietéticos a las proteínas de las células en la prevención y el tratamiento del cáncer", ha expresado el investigador principal, Grigory Zyryanov, de la Universidad Federal de los Urales, y profesor de la Academia Rusa de Ciencias. "Por eso, al modelar los mecanismos moleculares, averiguamos cómo se unen las sustancias a las proteínas. Esto nos permitió determinar el conjunto de dianas terapéuticas a las que posteriormente se dirigirán los fármacos", explica.
"Por ejemplo, se trata de proteínas antiapoptóticas (impiden la apoptosis) y proapoptóticas (inducen la apoptosis), proteínas quinasas y otras", explica Zyryanov, pero añade que la "diana farmacológica clave" es la fosfatidilinositol-3-quinasa, ya que esta enzima influye en las mutaciones del cáncer, la reordenación y la amplificación de los genes.
EFECTOS INHIBIDORES SOBRE DIFERENTES TIPOS DE CÁNCER
Concretamente, los científicos han descubierto que nueve andamios dietéticos, como la silibinina, el flavopiridol, la oleandrina, el ursólico, el oleanólico, los ácidos alfa y beta-boswélico, el triterpenoide y la gugulsterona han mostrado potentes propiedades anticancerígenas al exhibir efectos inhibidores sobre diferentes tipos de cáncer.
Estos compuestos dietéticos y enzimas se encuentran en plantas sin almidón como el brócoli, la col, las espinacas, la col rizada, la coliflor, las zanahorias, la lechuga, el pepino, el tomate, el puerro, el colinabo y el nabo. Los alcaloides naturales, los monoterpenos, los organosulfuros, los carotenoides, los flavonoides, los ácidos fenólicos, los estilbenos y las isoflavonas también contribuyen a la prevención y el tratamiento del cáncer.
Para el tratamiento de tipos específicos de cáncer, se necesitan sustancias naturales individuales o sus combinaciones, explican los científicos. Por ejemplo, el resveratrol (presente en abundancia en la piel de la uva) o el pterostilbeno (presente en los arándanos) suprimen la metástasis de las células madre en el cáncer de mama. El indol-3-carbinol (cuya fuente principal es la col) tiene un amplio espectro de efectos antitumorales y protege las células del cáncer de mama, colon y cuello de útero, así como en la endometriosis.
"En la India y en China está generalmente aceptado que muchos medicamentos pueden obtenerse directamente de fuentes naturales", afirma Grigory Zyryanov. "Suponíamos que los alimentos que seleccionamos para el estudio tenían propiedades anticancerígenas, pero había que comprobarlo. Como resultado, descubrimos que las células enfermas detienen su desarrollo bajo la influencia de ciertas combinaciones de compuestos alimentarios".
Así, los investigadores han seleccionado los compuestos más prometedores para su estudio posterior. Los resultados obtenidos son la base para la creación de nuevos fármacos con mayor eficacia e impacto selectivo sobre las células cancerosas sin efectos secundarios para el organismo.
"Llevamos varios años buscando compuestos anticancerígenos con nuestros colegas chinos e indios", afirma Zyryanov. "Los proyectos conjuntos de nuestras universidades muestran buenos resultados. Las investigaciones posteriores serán más amplias y permitirán estudiar las propiedades de otros compuestos dietéticos", añade.
En el estudio participaron químicos de la Universidad Federal de los Urales (UrFU, Rusia), el Instituto de Síntesis Orgánica de la rama de los Urales de la Academia Rusa de Ciencias (IOS UB RAS, Rusia), el Colegio Médico de la Universidad de Shantou (China) y la Universidad Sri Venkateswara (India).